El gobierno de Sáenz y la eterna promesa de reactivar el ferrocarril abandonado
SALTA 4 Dic (Noticias de Iruya).-Según un ministro del gobierno provincial, ha sido el gobernador Gustavo Sáenz quien ha decidido «avanzar» en la puesta en marcha del ferrocarril que conecta la ciudad de Salta con importantes centros poblados del Valle de Lerma.
Pero, si la reactivación del ferrocarril, abandonado hace varias décadas, solo dependía de una «decisión personal» (de hacer tronar los dedos), lo menos que pueden preguntarse los ciudadanos es por qué motivo una decisión tan sabia y beneficiosa no se ha tomado antes y se ha esperado a este momento en particular.
La noticia oficial no es la reactivación del ferrocarril, que no se ha producido y que tampoco depende del gobierno provincial, como se pretende hacer creer a los más incautos.
Lo que ha ocurrido es que el Ministro de Infraestructuras (un nombre un poco pretencioso para una cartera que no gestiona prácticamente ninguna) ha firmado un convenio para que los intendentes de los pueblos por donde discurren las vías férreas se encarguen de cortar los yuyos.
A esto, el gobierno provincial le otorga el nombre de «trabajo coordinado que derivará en la recuperación y reactivación del ramal c-13».
El gobierno habla de 42,9 kilómetros de «trayecto», una distancia tan poco significativa que la comprobación del estado de la vía se podría hacer en cuestión de minutos, usando de las tecnologías apropiadas, en vez de que los intendentes de cada pueblo envíen sus cuadrillas de desmalezadores.
Según el ministro Sergio Camacho, determinar el estado actual de las vías es condición sine qua non para plantear el proyecto general, de lo que se infiere que tal proyecto aún no ha sido sometido a las autoridades competentes, y es probable, incluso, que ni siquiera haya sido formulado.
Dice también que el objetivo es que el llamado «tren urbano» comience a funcionar a partir del segundo semestre de 2022, uniendo las localidades de Cerrillos y Coronel Moldes.
Aunque el ministro no ha proporcionado cifras de ningún tipo, la comunicación oficial dice que el ferrocarril (si llegara algún día a funcionar, como prevé el gobierno) tendrá «impacto directo en el crecimiento de Salta y en las condiciones de vida de los vecinos que podrán acceder a un medio de transporte accesible».
Como si los medios de transporte que existen ahora mismo en la zona no fueran accesibles, el gobierno promete que el tren será mucho mejor, aun cuando ni siquiera ha comenzado a resolver el importante desafío de seguridad que supone la existencia de una cantidad apreciable de cruces a nivel sin barreras con vías de comunicación terrestres.
El ministro Camacho ha aludido también a la recientemente decidida inclusión en el presupuesto nacional del ensanchamiento de la ruta nº 68, desde la circunvalación oeste hasta El Carril, una obra considerada fundamental por las poblaciones servidas, pero que poco tiene que ver con el desarrollo del ferrocarril.
De la información oficial publicada en la página web del gobierno de Salta se deduce que al ministro Camacho le importa más quién ha firmado el convenio o negociado la financiación de las obras, que la concreción de las obras en sí, tema sobre el cual no se ha explayado.
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