martes, 20 de julio de 2021

En San Francisco

Ferrocarriles y la transformación del espacio en San Francisco

SAN JUSTO Santa Fe 20 Jul (LVSJ).-Aquí, la segunda estación de una serie de relatos de Arturo Bienedell sobre los ferrocarriles y sus influencias en el desarrollo urbano de la ciudad.

   Por Arturo A. Bienedell | LVSJ 

Para fines del siglo XIX, el progreso seguía beneficiando a la colonia San Francisco. El 14 de febrero de 1891, se inauguró el servicio ferroviario entre San Francisco y Morteros, habilitando el total de la línea Buenos Aires - Rosario - San Francisco - Morteros.

Aunque parecía instalada en medio del campo, el predio de la estación ocupaba unas 8 hectáreas dentro del plano urbano del pueblo Estación San Francisco: era lo que hoy es el espacio entre las avenidas Sabattini, al Sur y Las Malvinas, al Norte y desde la avenida Brigadier Bustos hasta San Lorenzo. Luego hacia el Noroeste, todo el terreno que costeaba la vía de trocha ancha, hasta el final del pueblo, allá por la actual avenida Maipú.

La situación era distinta a la de la estación "del centro" porque los trenes del Ferrocarril Central Argentino, circulaban por las afueras del pueblo, pero ya para los años ´30, cuando la urbanización fue creciendo en los actuales barrios La Florida, Vélez Sarsfield y Roca, empezaron a surgir problemas de relación entre el ferrocarril y los vecinos.

El principal era el de circulación callejera, por la falta de suficientes pasos a nivel. Existían solo cuatro, a saber, y poniendo nomenclaturas actuales: en Avenida Brigadier Bustos, San Lorenzo, Bv. Garibaldi y Avenida del Libertador (N). En 1937, y después de negociaciones y reclamos, la empresa accedió a abrir un paso más en la Avenida Rosario de Santa Fe, después de negarse varios meses a habilitar allí el paso que estaba cerrado por alambrados.

Hasta la década de 1990, cuando la ciudad ya tenía en ese sector un aspecto poblado denso, no se consiguieron abrir, por parte de la Municipalidad, otros pasos. Sí, de a poco, y con algunos temores, cuando cesó el tránsito ferroviario luego de 1992.

Resumiendo, podemos advertir que el Ferrocarril Central Argentino -o Mitre, desde 1948-, tuvo una existencia tranquila, si no entramos a analizar las falencias de sus servicios después de su estatización en 1940.

Declinación del servicio y gestión para levantar sus vías

A mediados de los ´80, la actividad del Ferrocarril Mitre declinó notoriamente, si bien se mantuvo la estación y un mínimo de personal. Ante esto, y previendo que la reactivación no volvería, Héctor Rosso, secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad -gestión de Jorge Bucco-, presentó un proyecto de levantamiento de las vías y la realización de un vasto cambio en todo el trayecto de los rieles en la zona urbana y, en especial, en el predio original que ocupaba la estación, con una superficie de ocho hectáreas.

El funcionario señaló que el ferrocarril cortaba a la ciudad en dos, y era una barrera prácticamente infranqueable por sus pocos pasos a nivel, que no alcanzaban a satisfacer la fluidez que necesitaba el tránsito. Sugirió, entonces, la apertura de al menos dos nuevos pasos en Bv. Buenos Aires y en calle Colón, para dar principio de solución a la integración de los barrios divididos por la línea férrea.

Previó también que, una vez levantados los rieles, esos predios se destinen a loteos para su urbanización, de la misma manera que se había hecho en otros sectores de la ciudad donde antiguamente pasaba el Ferrocarril Central Córdoba, y no se refería solo al Centro Cívico, sino a todo lo urbanizado desde Bv. Yrigoyen hacia el Este hasta Avenida Sabattini, sobre calle Los Piamonteses. Lo mismo ocurrió hacia el Oeste de Pasaje Lisandro de la Torre, entre Bv. 9 de Julio y el Pasaje Cornaglia y desde Bv. Juan B. Justo a Avenida Urquiza, en los pasajes Neuquén y Hermanos Casalis.

La estación única

Retomó además, una iniciativa que venía de los años ´50, que era el de hacer una única gran estación ferroviaria en la del Ferrocarril Belgrano; tema que también se había agitado en los ´60. Sostenía que "de acuerdo a estudios técnicos realizados por personal idóneo de Ferrocarriles Argentinos, sería factible la unificación y centralización de las dos áreas ferroviarias (Mitre y Belgrano) donde estaba y sigue localizada la última, agregando un tercer riel para permitir el tránsito de los trenes de trocha ancha, como los del Mitre, realizándose además obras complementarias y trámites legales, permitiendo de esta manera unir dos sectores que tradicionalmente estuvieron separados, generando sin lugar a dudas, una real integración del área, un crecimiento ordenado y una comunicación directa y fluida".

El sector de la estación

En lo que respecta al sector de ocupaban la estación, las playas de maniobras y otros galpones en el predio entre la Avenida Bustos y San Lorenzo, Sabattini y Las Malvinas, preveía concretar un sector destinado a fines culturales, con la restauración de la vieja estación y, a los espacios abiertos, planificarlos para recreación y realización de manifestaciones artísticas "permitiendo la recuperación para la ciudad, de un amplio terreno que en la actualidad no ofrece características estéticas ni funcionales elogiables".

Los ´90 y la nueva etapa

Cuando la estación era apenas centenaria, cesó en todas sus actividades y fue desmantelada por el Estado. Años después, comenzó a evidenciarse preocupación por el nuevo destino que podría darse al edificio y el entorno. Proyectos no faltaron, pero ninguno llegó a concretarse en los últimos 23 años.

El 27 de septiembre de 1993, se firmó un convenio entre la Municipalidad y las autoridades de la Empresa de Ferrocarriles para la tenencia precaria o permiso de uso por parte del municipio, de las instalaciones de la playa del ferrocarril, incluida la estación. Por aquel convenio, la Municipalidad de San Francisco se comprometió a mantener adecuadamente lo construido, debiendo cuidar que no fuera usurpado por terceros, con el fin de destinarlo a parquización y/o actividades culturales y comunitarias.

El principal proyecto, y que se sostuvo varios años, surgió en noviembre de 1998, cuando arquitectos del Centro de Acción para la Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico (Cappua), hicieron una convocatoria pública donde señalaron que rescatar el área ferroviaria provocaría la revitalización del sector barrial circundante a la misma. Y recordaron "no podemos desconocer que San Francisco nació y creció merced al paso del ferrocarril y constituye uno de los hitos fundacionales por lo cual nuestro proyecto también está ligado a la preservación de la identidad de nuestra ciudad".

No me extenderé en cuanto a lo ocurrido. Basta saber que hubo hasta contactos y visitas internacionales para restaurar la vieja estación, pero nunca se consiguió la decisión oficial última y determinante que diera "vía libre" al desarrollo de la iniciativa. Influyeron también, en el caso de este ferrocarril, cambios en las políticas nacionales que posteriormente a aquel convenio de 1993, concesionaron las vías, sin que alguien alguna vez haya vuelto a poner un tren en sus rieles.

Lo que cambió

De todo lo proyectado nada se consiguió. Pero, a lo largo de los años hubo algunas iniciativas y emprendimientos que hicieron uso de los espacios, sin ninguna planificación que los vincule.

En 1999, el edificio de la estación, que había sido ocupado en forma indebida, fue facilitado para el funcionamiento de un grupo teatral que constituyó allí la sala "La Estación" que funcionó hasta después de 2010; otra parte del mismo inmueble lo mantiene la murga "La Estación", un galpón fue recuperado para sede del Centro Vecinal Barrio "Hospital", algunos espacios fueron destinados a canchas deportivas, mientras otros quedaron a cargo de empresas industriales.

Avanzando por las vías hacia el Oeste, encontraremos sobre ellas y su entorno, una playa de estacionamiento, una plazoleta de homenaje a los bomberos voluntarios (en Bv. Garibaldi y Bv. Roca) y, más adelante, otras dos plazoletas de los Arquitectos Sociales, con homenajes diversos y sostenidas por la iniciativa privada. Sí, veremos que hay ahora, todos los pasos a nivel posibles facilitando la circulación interbarrial.

En el camino quedaron también las propuestas para hacer, sobre todo el trazado de las vías, una bicisenda para circulación segura de ciclistas que atravesaría la ciudad desde los barrios Iturraspe y Hospital al Este, hasta Maipú, al Oeste.

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