jueves, 10 de junio de 2021

Volvio a asumir

Volvió a asumir Mónica Schlotthauer, la diputada que limpió estaciones de tren después de su anterior mandato en el Congreso

CAPITAL FEDERAL 10 Jun(La Nacion).-Sindicalista, de 57 años, juró nuevamente en la Cámara baja, en reemplazo de Nicolás del Caño; había sido noticia cuando retomó su trabajo de limpieza en Once después de su primera experiencia parlamentaria

Mónica Schlotthauer, durante el año y medio que pasó entre su primera y su segunda experiencia como diputada nacionalManuel Cortina - LA NACION

Mónica Schlotthauer volvió a convertirse en diputada nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, un año y medio después de su anterior experiencia legislativa, tiempo en el cual se convirtió en noticia por haber retomado su trabajo en el sector de limpieza de la estación ferroviaria de Once. A sus 57 años, la dirigente sindical juró delante del presidente de la Cámara, Sergio Massa, para ocupar el cargo al que renunció Nicolás del Caño. Tiene mandato hasta diciembre 2023 y se sumará al interbloque de izquierda en el que reporta también Juan Carlos Giordano.

Schlotthauer había finalizado el 10 de diciembre de 2019 su primer período como diputada nacional y al salir no fue designada al frente de ningún área del Estado, no se incorporó al directorio de una empresa ni fundó una consultora. Tampoco se quedó en el Palacio Legislativo como asesora de algún compañero de bancada. En cambio, un mes después, escoba y pala en mano, regresó a su antiguo puesto de trabajo en Once.

Mónica Schlotthauer y Nicolás del Caño, en la Cámara de Diputados

Solía recorrer los andenes de la estación con una remera blanca, pantalón beige con líneas amarillas, borcegos negros y guantes blancos. A menudo, con una remera que decía: “Mujer bonita es la que lucha. Ferroviarias del Sarmiento”, una de las organizaciones que integra en su lugar de trabajo.

Hacía un turno de 6 a 14, seis días por semana, con franco los sábados o domingos. “Lo primero que hacemos es rasquetear y desmanchar toda la caca de paloma. Después empezamos a limpiar los trenes y los andenes. Hay gente que desayuna mientras viaja y como no hay tachos, tira los residuos en cualquier parte. Además, estamos atentas a los parlantes, por si algún jefe nos indica que hay alguna mancha importante”, decía en enero de 2020, en una entrevista con LA NACION. “Es necesario demostrarle a la gente que se puede hacer algo distinto. Me alegra que este tema se haya visibilizado porque abre la discusión de cómo se tienen que manejar los políticos”.

Mónica Schlotthauer, durante su etapa como empleada de limpieza en Once Manuel Cortina - LA NACION

El sistema de rotación de bancas que implementa el Frente de Izquierda y de los Trabajadores consiste en que los diputados de ese espacio no permanezcan en el cargo durante cuatro años, sino que renuncien antes para que asuman otros integrantes de la lista. Este es el motivo por el cual Schlotthauer retorna ahora al Congreso.

Schlotthauer nació en Isidro Casanova, partido de La Matanza y sigue viviendo allí. De niña era católica y de adolescente cambió la Biblia por el Manifiesto Comunista. Se sumó a la militancia de izquierda en el Partido Socialista de los Trabajadores hacia el final de la última dictadura militar y ya en democracia comenzó su carrera sindical. Fue delegada durante más de diez años en el Sanatorio Antártida, hasta que la despidieron durante el gobierno de Carlos Menem.

En 2005 se fue a vivir a Venezuela, para apoyar a la Unión Nacional de Trabajadores, una joven central sindical que cobraba fuerza en esos años: “Me mantenía el entusiasmo de lo que pasaba políticamente. Fue un proceso extraordinario, lo que hizo el pueblo venezolano es la contracara de lo que hicieron los dirigentes chavistas”, dice la exdiputada y reconoce que volvió al país por la dificultad de mantenerse económicamente. Estaba “cagada de hambre”, en sus propias palabras.

A su regreso, ingresó a trabajar en el área de limpieza del ferrocarril Mitre y luego pasó al Sarmiento. Allí retomó su trabajo sindical, como delegada de la Lista Bordó, que conduce Rubén "El Pollo" Sobrero y su militancia política en Izquierda Socialista, el partido de corriente morenista que integra el FIT Unidad.

Tragedia de Once

“Cuando fue la tragedia de Once yo estaba trabajando acá -relató a LA NACION el año pasado- En realidad estaba recorriendo la línea, avisando a los compañeros que íbamos a hacer una asamblea. Era difícil viajar ese día, porque se habían suspendido varios servicios. Yo estaba en la estación Haedo, quería subirme a un tren y no podía por la cantidad de gente que había, entonces una compañera me dice ´pedile al maquinista que te lleve´. Fui a preguntarle y me dijo que no, ni siquiera me miró”.

La exdiputada Mónica Schlotthauer dice que su caso "abrió la discusión de cómo se tienen que manejar los políticos"Manuel Cortina - LA NACION

El maquinista era Marcos Córdoba, el joven que minutos después se estrelló en la estación de cabecera, en lo que fue la peor tragedia ferroviaria del país, con 51 muertos y más de 700 heridos. "Me subí al siguiente tren y llegué a Once cuatro minutos después del accidente. Lo primero que noté fue un humo denso y cuando me acerco al primer andén era un infierno", aseguró Schlotthauer.

“Cuando lo volví a ver a Córdoba, mucho tiempo después, le dije que, más allá de todo, me salvó”. La exdiputada asegura que la acusación que pesa contra el exmaquinista es infundada: “Teníamos presentadas más de 300 denuncias por el estado de los trenes, hasta reclamamos que la ventanita por donde entró Lucas Menghini Rey (el joven que fue hallado muerto 60 horas después del siniestro) tenía que estar soldada”. Schlotthauer integra dos organizaciones que buscan reparar la desigualdad de género en su espacio laboral: “Mujer bonita es la que lucha” y “la Casa que Abraza”. Esta última es una red de acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género.

"El ferrocarril es un ámbito muy masculino, cuando yo entré a trabajar había 18 mujeres, que limpiaban o, a lo sumo, estaban en administración o boletería. Después de la tragedia empezamos a movilizarnos e impulsamos el cupo femenino. Logramos que ingrese la primera guarda y ahora ya tenemos más de 20, por eso estamos peleando para que nos den un vestuario".

Ahora vuelve al Congreso, donde juró por “los 30.000 desaparecidos” y por un gobierno de los trabajadores.

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