jueves, 25 de febrero de 2021

La Urbanizacion

La urbanización del ferrocarril

ENTRE RIOS 25 Feb(Mirador Provincial).-Tal como en tiempos de la colonia, cuando las postas ubicadas en el cruce de caminos reales favorecieron el nacimiento de poblados, muchas de las actuales ciudades deben su origen al tendido ferroviario y han adoptado la denominación de la estación a cuyo amparo nacieron.

La estación de trenes en Basavilbaso, el centro de distribución ferroviaria más importante de Entre Ríos.

A estos núcleos se los suele llamar “poblaciones de reciente fundación” en coincidencia con el tiempo que marca ya no el valor de posesión de la gran extensión de tierra como reserva y lugar de pastoreo, sino su capacidad de generación de riqueza asociada a la llegada de contingentes de inmigrantes dedicados a la producción agropecuaria, al modelo agroexportador y a lo que significó el ferrocarril como medio de transporte para las materias primas y las personas.

Entre 1866 en que se inaugura el tramo Puerto Ruiz - Gualeguay y las primeras décadas del siglo XX se completó el entramado ferroviario que funcionó articulado con los puertos. La necesidad de proveerse de leña y agua para poner en marcha las primeras máquinas a vapor, hicieron que en tramos iguales de recorrido existiese una parada de aprovisionamiento; es por esa razón que en el recorrido de las vías aun dominan el espacio los imponentes tanques de agua que funcionan como cartel de bienvenida de sus pueblos.

Colonización del área central

En el ramal Paraná - Concepción del Uruguay nació Crespo, colonia de alemanes del Volga a la que se había impuesto el nombre de San José, distante unos mil metros de la estación denominada Gobernador Crespo y que rápidamente fue adoptada para identificar poblado y estación. Lo mismo sucedió unos kilómetros hacia el este con Gral. Ramírez, dentro del mismo trayecto.

La Villa Lucas González nace hacia 1888 en el kilómetro 153, a instancias del estanciero Pedro Cinto, quien deseoso de que el ferrocarril pase por su campo, donó terrenos para la construcción de una estación a la que se le impuso el nombre de la empresa que ejecutó el tendido.

En pequeñas extensiones, mientras se iba completando la red, surgieron otros asentamientos, así en el trayecto Gualeguay - Rosario del Tala, km 52, se nominó a la estación como Gral. Galarza (1890) y hacia 1911 se ordenó la mensura y trazado del pueblo junto a la estación que, aprobado al año siguiente, llevó el nombre de la parada en lugar de San Guillermo.

Atractivos puntos para el comercio

En el cruce de la traza Gualeguaychú - Villaguay con la central Paraná - Concepción, se estableció uno de los centros de distribución ferroviaria más importantes, al que se le impuso el nombre Basavilbaso. Esta denominación respondía a que las tierras formaban parte de la posesión de Manuel Basavilbaso y el paraje era conocido con ese nombre. La historia del pueblo reúne a los inmigrantes, a la existencia de una pulpería y a la estación que se instaló cerca del suministro de leña. El tren había llegado el 30 de junio de 1887 fecha que se toma como fundación. La estación motivó la instalación de un primer grupo de inmigrantes italianos que se dispuso en sus alrededores. Hacia 1892 se sumaron los inmigrantes judíos de la Colonia Lucienville. Es que la estación como lugar de encuentro, de paseo y de partida ejerció una importante atracción en los colonos judíos para ejercer el comercio.

Al ser un punto de confluencia en líneas, la estación Basavilbaso pasó a ser centro de servicios ferroviarios demandando, en corto tiempo, ampliación de las instalaciones, el traslado de la estación y la incorporación de Talleres para mantenimiento. La primera traza del pueblo data de 1888 con la estación ubicada en el centro y hacia los lados la Colonia y la planta urbana. En 1921 se trasladó la estación hacia el sur y se construyó el resto de los servicios en el centro.

Hacia el norte

El tendido Paraná - Monte Caseros dio lugar a otro rosario de estaciones que se convirtieron en poblados. Así, por nombrar algunas, La Picada, Cerrito, Hasenkamp, Bovril (asociada a la producción de la carne), Sauce de Luna, Federal y San Jaime de la Frontera, último punto en territorio entrerriano cuya denominación es en parte del pueblo y en parte de la estación.

Otra notable ruta es la que recorre el arco dibujado por la secuencia Diamante, Puiggari, Crespo, Seguí, Viale, Tabossi, Sosa, María Grande y El Pingo.

En mayo de 1872 una ley provincial manda a erigir dos Villas, una sobre la costa del río Uruguay, Villa Libertad, y otra sobre la del Paraná, Villa Hernandarias. Al no existir precisiones respecto a la ubicación y aprovechando que estaba en marcha el tendido ferroviario desde Concordia a Monte Caseros, se pensó que Villa Libertad podía instalarse junto a las vías. Esto motivó que la estación denominada Chajarí le imprima la nomenclatura con la que se la conoce.

Arquitectura

Como parte de un mismo sistema, aunque de escala variada, el lenguaje se encuadra dentro de las mismas líneas del funcionalismo inglés. De carácter austero, exhibe los materiales nobles de su construcción solo diferenciándose las estaciones -espacios habitables- de los galpones de almacenamiento y talleres (íntegramente desmontables). Así, para las estaciones y garitas de control se utilizaron muros de ladrillo con listones ornamentales y aberturas de madera, cubiertas de tejas con vistosas cenefas de cierre y galerías de andén sin cielorrasos, pero apreciados como punto de contemplación del infinito paisaje.

Acervo patrimonial

La tríada ferrocarril, frigorífico y puerto, generadora de buena parte del sistema urbano de Entre Ríos, es un acervo patrimonial fuertemente ligado al sistema de explotación del imperio británico en los albores del siglo XX. Para referir a sus construcciones suele hablarse de “la arquitectura de la ingeniería”, en tanto las obras de montaje prefabricado y modular, se relacionan con la racionalidad ingenieril.

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