martes, 17 de noviembre de 2020

“Polo tecnológico” o reactivación:

“Polo tecnológico” o reactivación: polémica por el futuro de los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada

“Polo tecnológico” o reactivación: polémica por el futuro de los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada    

BUENOS AIRES 17 Nov (Todo Provincial).- La Universidad Nacional de Lanús (UNLa) anunció que avanza junto al gobierno nacional la recuperación de un sector del predio de los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada que se encuentra en estado de abandono y con serios pasivos ambientales. El proyecto es desarrollar un “polo científico tecnológico que impulse el fortalecimiento ferroviario y recupere ese espacio para la comunidad”. Sectores ferroviarios criticaron la iniciativa y piden reactivar el histórico predio respetando su propósito original.

En diálogo con TODO PROVINCIAL, el director del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de la UNLa, Pablo Narvaja, aseguró: “Los talleres están parcialmente activos, sólo una parte se usa como parque de maniobras. Con el tiempo se produjo un depósito de chatarra muy grande que genera un pasivo ambiental muy grave, lo que genera mucha preocupación”.

Y explicó: “Hay aceite, baterías que se oxidan y cuyos líquidos van hacia las napas de agua que en Lanús son superficiales. Entonces empezamos a trabajar junto al ferrocarril para recuperar ese espacio y que la Universidad pueda usarlo, estableciendo un polo tecnológico que tenga como una de sus columnas principales el armado de un centro de innovación e investigación tecnológica para el ferrocarril”.

“Trenes Argentinos estaba pensando en armar un centro nacional de investigaciones ferroviarias. Ambos proyectos podrían unirse. Nosotros nos sentimos parte del eslabón ferroviario argentino y con chatarra no vamos a construir la soberanía ferroviaria, lo haremos con ciencia y técnica”, remarcó.

Narvaja señaló que desde sus orígenes, la UNLa se construyó en “viejos talleres de chatarra ferroviaria abandonada” y destacó: “No nos sentimos ajenos al mundo ferroviario. En la UnLA se dicta la licenciatura en Tecnología Ferroviaria, se diseñó una diplomatura para los trabajadores para que tengan una certificación solicitada por la DECAF, elaboramos un proyecto para reactivar el ramal de Aldo Bonzi junto a los vecinos, tenemos propuestas para extender el tren de Ezeiza”.

“Argentina necesita el ferrocarril para integrar el territorio y repoblar el país. El Ministerio de Transporte, Trenes Argentinos, el Ministerio de Ciencia y Técnica, el Ministerio de Educación y otras áreas apoyan este proyecto.  Había muchas presiones para que ese lugar se convirtiese en un estacionamiento de colectivos. Nosotros queremos que siga cumpliendo funciones ferroviarias pero en el siglo XXI”, explicó el director del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico.

Para avanzar con el proyecto, la UNLa requiere que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) cedan a su favor los terrenos de los talleres ferroviarios. “Luego habrá que dar de baja el material que no sirve y recuperar lo que se pueda. Lo primero que habrá que hacer será el saneamiento ambiental”, aseguró Narvaja.

En total el predio tiene 4 hectáreas. “Hay un espacio de vías que se usa para maniobras y se seguirá utilizando”, explicó y continuó: “La propuesta es que el espacio siga ligado al ferrocarril. Queremos que haya otras propuestas como incubadora de empresas. Nosotros tenemos la mística de los ferroviarios, sabemos que puede haber recelo pero si la universidad se pone al servicio potenciará al ferrocarril. La tierra queda siempre para el Estado, estamos contribuyendo a lo público”.

El proyecto generó el rechazo de sectores vinculados al mundo ferroviario. En los últimos días comenzó a circular una carta abierta detallando una postura contraria a la cesión de predio. El texto:

Recientemente se ha hecho público un comunicado oficial de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) acerca de un proyecto que, junto a diversos organismos, se está tratando de impulsar. El mismo consiste en la cesión hacia dicha entidad de un terreno de 4 hectáreas perteneciente a los Talleres Remedios de Escalada del Ferrocarril General Roca, bajo la premisa de convertir (citando al comunicado) un “espacio improductivo y cuasi abandonado desde hace años, de riesgo por su contaminación” en un polo científico-tecnológico, convirtiendo “‘chatarra ferroviaria’ en desuso en una ‘ciudad del conocimiento’.

El predio en cuestión se trata del llamado “Galpón de Locomotoras”, el que cuenta con todo tipo de instalaciones idóneas para mantenimiento y reparación, como ser plataformas elevadas, aparejos de elevación, fosas de inspección, instalaciones de suplido, lavadero de tres niveles, laboratorios, almacenes y oficinas, entre otras dependencias. La parrilla de vías cuenta con acceso directo al taller principal de reparaciones, por un lado, y a la vía principal de corrida, por el otro, constituyendo un punto estratégico-operativo de inmensa magnitud, además de contar con el único triángulo de inversión de locomotoras disponible, el que se cierra en un “lazo” dentro de las dependencias principales del taller. Supo ser el centro principal de atención del Departamento Tracción de la Línea General Roca, contando, como claramente se aprecia, de las instalaciones expresamente preparadas y adecuadas para tal fin.

Dicho esto, el galpón y los sectores aledaños estuvieron trabajando como tales hasta 2018, año en el que se hizo efectivo el traspaso de los bienes de FerroBaires, quien lo tenía dentro de su concesión, a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), el cual recibió tanto la infraestructura como los bienes muebles que allí se encontraban, entre los que se pueden citar locomotoras en orden de marcha, coches de pasajeros en muy buen estado y el mismísimo tren de auxilio con un guinche de 100 toneladas de capacidad (cuya reparación ya fue cotizada por SOFSE y se encuentra a la espera de la licitación correspondiente). Desde ese momento, si bien no se repararon más locomotoras, el predio se mantuvo activo (y se mantiene hoy en día) como base operativa para los servicios interurbanos de pasajeros. La falta de inversión de la anterior administración produjo un déficit en la conservación del predio y de sus bienes, pero gracias a la preciada labor de los trabajadores que se mantuvieron en actividad dentro del sector lograron que dicha base operativa se conserve como tal, a la espera del reacondicionamiento de las instalaciones y de la reanudación de las tareas de mantenimiento de locomotoras dentro de ella.

Paralelamente con esto, las actuales dependencias de los Talleres Escalada muestran un panorama operativamente complejo. Es crítica la reducción del espacio disponible para estacionamiento de vehículos y de vías libres para maniobra, a lo que se suma el aumento de trabajo proveniente de la reactivación ferroviaria impulsada en la actualidad, no sólo propio sino también de otras líneas; recordemos que, actualmente, Remedios de Escalada es el lugar asignado por SOFSE como taller central de reparación de locomotoras, atendiendo las reparaciones pesadas de todos los corredores operados por ésta. Todo esto condiciona seriamente la capacidad de trabajo del taller, impidiendo no sólo el aumento de la producción y de la calidad de los trabajos sino una saturación de las instalaciones que no puede recibir más material. Es por esto que, aprovechando las vías disponibles del galpón de locomotoras, mientras se esperase la refacción del galpón y sus dependencias, se utiliza dicha playa como estacionamiento provisorio de vehículos que esperan ser ingresados a los talleres para su reparación, o que en su defecto no han entrado bajo concesión y se encuentra a la espera que se resuelva su estado.

Las imágenes difundidas de este proyecto de cesión muestran al predio como un parque educativo plagado de edificaciones de todo tipo, totalmente refaccionado, perdiendo toda posibilidad de servir para lo que realmente fue preparado. La ubicación de las edificaciones propuestas denota una desafectación ferroviaria prácticamente total, pues las construcciones se ubican sobre la mayor parte de la parrilla operativa de vías, clausurando al galpón como tal y anulando la estratégica conexión con la vía principal que se posee. Además, aunque se conserve el “lazo” que conecta con el taller, se anula el triángulo de inversión, impidiendo la independencia de la inversión de vehículos con las maniobras propias del taller principal, entorpeciendo todavía más una operatoria ya de por sí saturada y complicada.

Por otra parte, la situación ambiental del sector es compleja, pero no por ello imposible de resolver. Si bien es cierto que los años de uso de las generaciones de antaño causaron cierto grado de contaminación, sabemos también que estas cuestiones pueden sanearse sin desafectar al predio de las funciones actuales, sino, por el contrario, revalorizando el lugar y recuperando el mismo para su uso consciente y ambientalmente saludable, mediante la implementación de un sistema de gestión ambiental moderno, eficiente y ecológico. El más claro ejemplo de lo antedicho es el actual Depósito de alistamiento y mantenimiento de coches eléctricos Tolosa, construido íntegramente en el viejo galpón de locomotoras situado allí mismo, que se encontraba en iguales o peores condiciones ambientales, y que pese a ello fue recuperado, saneado y preparado para ser un taller modelo de punta, clave para la mantención del servicio eléctrico local.

Finalmente, entendemos y apoyamos toda política de capacitación ferroviaria, apuntando hacia el progreso, la investigación y el desarrollo, no sólo del ferrocarril sino de la sociedad en intrínseca relación con éste. Pero asimismo, también entendemos que “no se debe vestir un santo para vestir a otro”, sino que todo el esfuerzo y preocupación por extender, mejorar y fomentar la educación superior especializada debe sin dudas sostenerse, pero no realizarse sobre terrenos que el mismo ferrocarril necesita para su sustento.

Tengamos en cuenta que las actividades de una universidad pueden desarrollarse en diversidad de construcciones, específicamente diseñadas o refaccionada a tal fin, sin importar su localización en el mapa; los talleres ferroviarios, en cambio, no cuentan con esa facilidad, y la necesidad de una ubicación propicia y adecuada para sus instalaciones son clave para que el ferrocarril pueda cumplir adecuadamente su función.

La reapertura de los servicios de larga distancia y el fomento del ferrocarril como un servicio de transporte seguro, cómodo y confiable, contribuyendo a la mejora permanente, no sólo requiere de mejores y más modernos trenes y vías, sino también adecuadas instalaciones para mantenerlos y prepararlos. Con la visión de ser considerados los mejores talleres y depósitos ferroviarios de Argentina, somos conscientes de que esto no puede lograrse si las posibilidades de expansión de los terrenos operativos son coartadas bajo la excusa de “reciclar los terrenos”. Cabe destacar en este sentido que, de las 42 hectáreas originales que poseía el taller, sólo 12 de ellas se utilizan hoy para reparaciones ferroviarias (un 30%), mientras que, del 70% restante, un 10% son las 4 hectáreas del galpón de locomotoras en cuestión, un 5% lo ocupan 2 hectáreas destinadas a actividades de preservación ferroviaria (Ferroclub Argentino), y el 55% restante del taller, unas 24 hectáreas en total, ya ha sido transferido a la UNLa bajo las mismas premisas de recuperar sectores “en desuso y peligrosos” y de formar un polo tecnológico especialmente preparado para las actividades ferroviarias.

Todo lo anterior puede resumirse en:

La capacidad actual del taller se encuentra colapsada y es necesaria la expansión de sus áreas operativas.

El predio en cuestión no es un sector abandonado sino que se mantiene operativo a su mínima capacidad, en espera de ser reacondicionado como tal.

Los vehículos que allí se encuentran no son chatarra, sino que están operativos, a la espera de reparación, o en su defecto en espera de resolución.

El saneamiento ambiental es posible de hacerse sin desafectar al predio de su razón de ser, con ejemplos muy recientes que así lo demuestran.

Las dependencias educativas, de investigación, desarrollo y capacitación, deben seguir creciendo y fomentándose, pero no absorbiendo terrenos ferroviarios, sino usando otros terrenos, para así crecer en paralelo con él, permitiéndole recuperarse y crecer.

Por todo lo anterior, los trabajadores ferroviarios, tanto del taller como de los demás sectores, la comunidad defensora de los ferrocarriles argentinos, y muy especialmente todos aquellos que poseemos la pasión por el tren en la sangre y deseamos un país con venas de acero, exhortamos a las autoridades a notar que la cesión proyectada constituye un grave error, pues se impide cualquier mejora que apunte a un sistema nacional de transporte en el cual el ferrocarril sea uno de sus pilares fundamentales, dado que restringe toda posibilidad de ampliar la capacidad productiva y operativa, estancando las condiciones de trabajo de un taller ya de por sí colapsado. Manifestamos que estamos a favor de toda política a favor de la impulsión del ferrocarril, incluyendo todo proyecto educativo y de investigación, pero por sobre todo declaramos que para que el Ferrocarril cumpla su debida función

LOS TALLERES FERROVIARIOS DEBEN SEGUIR SIENDO TALLERES, LOS QUE REPARAN, PREPARAN Y DESPACHAN A LOS TRENES QUE PONDRÁN A LA ARGENTINA DE PIE.

SIN GALPÓN NO HAY TALLERES, SIN TALLERES NO HAY TRENES, Y SIN TRENES NO HAY FUTURO.

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