lunes, 3 de agosto de 2020

Buscan cambiar el nombre

Buscan cambiar el nombre de dos estaciones del subte

CAPITAL FEDERAL 3 Agos(Telam).-La Legislatura porteña tratará este lunes en audiencia pública la ley que propone agregar a la estación de subte “Callao” de la línea D el nombre de “Raquel Liberman”, en homenaje a la joven inmigrante polaca que se convirtió en un símbolo de lucha contra la trata en la Argentina al denunciar a una red que explotaba mujeres en 1929. También quieren que la actual estación "Echeverría" de la línea B lleve el nombre de "Mártires Palotinos" en recuerdo de los sacerdotes y seminaristas asesinados en 1976 por un grupo de tareas de la dictadura militar, en la iglesia de San Patricio, en el barrio de Villa Urquiza.

A poco de cumplirse el Día Mundial de Lucha contra la Trata, que se conmemora cada 30 de julio, fuentes parlamentarias informaron a Télam que la audiencia se hará a las 15.30 bajo la modalidad mixta, que permite la participación presencial y virtual, tanto de los diputados como de los oradores que se inscribieron a la convocatoria.

Según indicaron, serán 17 las personas que expresarán su postura respecto de la ley, que ya cuenta con una primer aprobación legislativa del 28 de noviembre del año pasado y que, para su sanción definitiva, requiere de la instancia de la audiencia pública.

El cambio de nombre contempla a la estación de subte de la línea D y fue impulsado por la diputada Patricia Vischi, del bloque UCR-Evolución.

La iniciativa es en recuerdo de Liberman, la mujer que sirvió de inspiración al personaje de una novela televisiva emitida en 2019 que retrató la explotación sexual de inmigrantes que arribaban al país durante las primera décadas del siglo XX.

“Ella, a quien llamaban 'la polaca' como a tantas otras prostitutas rubias sometidas por proxenetas, decide denunciar en 1929 a sus explotadores, y esa actitud valiente permitió desbaratar por primera vez en el país una red de proxenetas con ramificaciones internacionales”, recordó Vischi.

Según sostuvo, esa denuncia “puso el tema de la trata en la consideración de la opinión pública y, en consecuencia, en 1935 la Municipalidad de Buenos Aires decretó la clausura de todos los prostíbulos”.

En tanto, el presidente del bloque del Frente de Todos en la Legislatura porteña, Claudio Ferreño, presentó el viernes un proyecto de ley para que la actual estación de subte de la línea B "Echeverría" lleve también el nombre de "Mártires Palotinos" en recuerdo de los sacerdotes y seminaristas asesinados en 1976 por un grupo de tareas de la dictadura militar, en la iglesia de San Patricio, en el barrio de Villa Urquiza.

La iniciativa será discutida por la Comisión de Cultura de la Legislatura y se suma a varios proyectos que buscan sumar nomenclatura a algunas de las paradas del subte, entre ellos, denominar "Corrientes-Ana Frank" a la estación de la línea H y "Río de Janeiro-Marielle Franco" en la línea B.

El proyecto del Frente de Todos busca recordar a los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo José Kelly como los aspirantes Salvador Barbeito Doval y Emilio José Barletti, quienes fueron víctimas, el 4 de julio de 1976, de lo que se conoció como "La masacre de San Patricio", por la parroquia en la que prestaban asistencia los religiosos.

"Durante esa oscura jornada el entonces recientemente instalado gobierno de facto ejecutó nada menos que el asesinato de tres sacerdotes y dos seminaristas de la Congregación Palotina dentro de la Parroquia de San Patricio, en la actual comuna de Villa Urquiza, donde también se encuentra la estación aludida", indicó Ferreño en los fundamentos de su iniciativa.

En ese sentido, el legislador destacó que "los padres palotinos dejaron una marca indeleble en nuestra sociedad, y recordó "la masiva misa realizada tras la masacre celebrada por el nuncio Pío Laghi a la que concurrieron miles de personas fue tan solo una de las miles de manifestaciones de agradecimiento que la comunidad cristiana en particular y los argentinos en general le han otorgado a estos verdaderos mártires de nuestra historia reciente".

"Afortunadamente, tras décadas de incertidumbre judicial y causas que naufragaron, este lamentable hecho se investiga como delito de lesa humanidad en lo que significa un faro a nivel mundial en políticas de Estado en materia de derechos humanos", sostiene el proyecto.

Y concluye en que "la valentía" de las víctimas de aquella masacre "no puede ser olvidada, por lo que recordarlos en una estación de subterráneo próxima a la Parroquia de San Patricio como lo es Echeverría de la línea B es tan sólo uno de los miles de homenajes que se merecen estos verdaderos hombres de servicio".

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