La Fraternidad celebra el Día del Ferroviario
BUENOS AIRES 1 Mar.- El gremio de los maquinistas celebra recordando la histórica decisión del presidente Juan Domingo Perón de concretar el traspaso al Estado nacional del sistema de transporte ferroviario, que se encontraba en manos de capitales ingleses y que respondían a los intereses de ese país.
BUENOS AIRES 1 Mar.- El gremio de los maquinistas celebra recordando la histórica decisión del presidente Juan Domingo Perón de concretar el traspaso al Estado nacional del sistema de transporte ferroviario, que se encontraba en manos de capitales ingleses y que respondían a los intereses de ese país.
El sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, liderado por Omar Maturano, afirmó hoy que el gremio continuará «trabajando por la recuperación de la industria ferroviaria, de los trenes de pasajeros al interior y de carga, garantía para que hayan más puestos de trabajo, y por la sanción de una ley federal de transporte que recupere activa y eficazmente todo el sistema, y especialmente al ferrocarril”.
Las declaraciones del secretario general del gremio centenario remarcan así la importancia del 1º de marzo para los trabajadores ferroviarios, ya que se conmemora el día del ferroviario en el marco de los festejos por la nacionalización de los ferrocarriles ocurrido en 1948, a partir de una decisión histórica de Juan Domingo Perón.
«Esa defensa inclaudicable de los ferrocarriles argentinos es nuestro mejor homenaje al insigne patriota y estadista inigualable, el general Juan Domingo Perón, que tuvo el coraje y la decisión política de cumplir con su pueblo nacionalizando los ferrocarriles será siempre ejemplo para todas las generaciones de argentinos», sostuvo Omar Maturano, quien también es secretario adjunto de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
«El primero de marzo se celebra un nuevo aniversario del día del ferroviario hecho que sintetiza el respaldo que los trabajadores diéramos al histórico traspaso de los ferrocarriles al estado nacional», manifestaron desde el sindicato ferroviario, que tiene a su cargo la secretaría de políticas de empleo de la CGT.
Historia
La Ley Mitre (1907) había prorrogado las privatizaciones ferroviarias por 40 años, por lo que en 1947 finalizaban las franquicias nacionales, provinciales y municipales para los ferrocarriles de capital extranjero, asumieran los mismos compromisos que cualquier otra industria radicada en el país.
El ferrocarril había sido trazado respondiendo a la concepción de un país atrasado, vinculaba las ricas llanuras del interior con los puertos, para las exportaciones de materias primas y las importaciones de manufacturas de origen industrial, salvaguardando los intereses extranjeros y consolidando la dependencia del país.
Al planificar incorporar los ferrocarriles al “activo de la Nación” se podría terminar con la salida incontrolable de divisas, recuperar el dominio de las tarifas y la circulación por los ramales, protegiendo el desarrollo regional e impulsando la industria. Desde muchos años antes la Causa nacionalizadora había sido reivindicada por el movimiento obrero organizado, y especialmente por los trabajadores ferroviarios.
En 1917 las organizaciones del riel lo habían propuesto como garantía para el progreso del país, en 1938 habían exigido la nacionalización del Ferrocarril Central Córdoba y cuatro años después La Fraternidad había propuesto que el Estado los adquiriera, para cambiar la política de ahogo de la economía denunciada por Scalabrini Ortiz, quien ponía en evidencia intereses y complicidades que defendían el trazado ferroviario, una verdadera “telaraña metálica”, que al aprisionar al país impedía su desarrollo.
La Causa nacionalizadora fue interpretada por el gobierno justicialista, apenas 2 años después de asumir el gobierno, y las negociaciones encabezadas por el Ministro de Economía Miguel Miranda, designado por el presidente Perón, ofreció pagar mil millones, que los británicos no aceptaron.
Después de meses de discusiones se acordó pagar con disponibilidades de fondos argentinos existentes en Inglaterra, por un total de casi 700 millones de pesos.
El gobierno cumplió con su programa nacionalizando empresas, tierras y propiedades y a más de 200 mil ferroviarios, incorporándolos al “activo de la Nación” al “nacionalizar soberanía”.
Las declaraciones del secretario general del gremio centenario remarcan así la importancia del 1º de marzo para los trabajadores ferroviarios, ya que se conmemora el día del ferroviario en el marco de los festejos por la nacionalización de los ferrocarriles ocurrido en 1948, a partir de una decisión histórica de Juan Domingo Perón.
«Esa defensa inclaudicable de los ferrocarriles argentinos es nuestro mejor homenaje al insigne patriota y estadista inigualable, el general Juan Domingo Perón, que tuvo el coraje y la decisión política de cumplir con su pueblo nacionalizando los ferrocarriles será siempre ejemplo para todas las generaciones de argentinos», sostuvo Omar Maturano, quien también es secretario adjunto de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
«El primero de marzo se celebra un nuevo aniversario del día del ferroviario hecho que sintetiza el respaldo que los trabajadores diéramos al histórico traspaso de los ferrocarriles al estado nacional», manifestaron desde el sindicato ferroviario, que tiene a su cargo la secretaría de políticas de empleo de la CGT.
Historia
La Ley Mitre (1907) había prorrogado las privatizaciones ferroviarias por 40 años, por lo que en 1947 finalizaban las franquicias nacionales, provinciales y municipales para los ferrocarriles de capital extranjero, asumieran los mismos compromisos que cualquier otra industria radicada en el país.
El ferrocarril había sido trazado respondiendo a la concepción de un país atrasado, vinculaba las ricas llanuras del interior con los puertos, para las exportaciones de materias primas y las importaciones de manufacturas de origen industrial, salvaguardando los intereses extranjeros y consolidando la dependencia del país.
Al planificar incorporar los ferrocarriles al “activo de la Nación” se podría terminar con la salida incontrolable de divisas, recuperar el dominio de las tarifas y la circulación por los ramales, protegiendo el desarrollo regional e impulsando la industria. Desde muchos años antes la Causa nacionalizadora había sido reivindicada por el movimiento obrero organizado, y especialmente por los trabajadores ferroviarios.
En 1917 las organizaciones del riel lo habían propuesto como garantía para el progreso del país, en 1938 habían exigido la nacionalización del Ferrocarril Central Córdoba y cuatro años después La Fraternidad había propuesto que el Estado los adquiriera, para cambiar la política de ahogo de la economía denunciada por Scalabrini Ortiz, quien ponía en evidencia intereses y complicidades que defendían el trazado ferroviario, una verdadera “telaraña metálica”, que al aprisionar al país impedía su desarrollo.
La Causa nacionalizadora fue interpretada por el gobierno justicialista, apenas 2 años después de asumir el gobierno, y las negociaciones encabezadas por el Ministro de Economía Miguel Miranda, designado por el presidente Perón, ofreció pagar mil millones, que los británicos no aceptaron.
Después de meses de discusiones se acordó pagar con disponibilidades de fondos argentinos existentes en Inglaterra, por un total de casi 700 millones de pesos.
El gobierno cumplió con su programa nacionalizando empresas, tierras y propiedades y a más de 200 mil ferroviarios, incorporándolos al “activo de la Nación” al “nacionalizar soberanía”.
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