Alerta por presencia de asbesto en la Línea C del subte
CAPITAL FEDERAL 15 Nov(Periodismo Popular).-La información fue confirmada por el gremio que dirige Roberto Pianelli. Podría tratarse de un caso análogo a los vagones comprados para la Línea B.
CAPITAL FEDERAL 15 Nov(Periodismo Popular).-La información fue confirmada por el gremio que dirige Roberto Pianelli. Podría tratarse de un caso análogo a los vagones comprados para la Línea B.
En conferencia de prensa, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) denunció la presencia de asbesto en la Línea C del transporte subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires. Fue identificado en piezas de la cabina de conducción y dentro de los vagones.
Se trata de los trenes Nagoya 5000, ingresados a la Argentina más de una década después de que el Estado nacional prohibiera la importación de asbesto debido a las consecuencias que puede generar en la salud de las personas.
“Los trabajadores y las trabajadores del subte estamos muy alterados porque no sabemos qué tenemos. Es muy preocupante el tratamiento que nos dan Sbase, Metrovías y la Secretaría de Trabajo”, manifestó el secretario de salud del gremio, Francisco Ledesma.
Los trenes fueron adquiridos por el gobierno porteño en 2013 y llegaron al país en 2015, provenientes de Japón, a un costo de 556 mil dólares cada unidad. Cabe señalar que son formaciones con 35 años de antigüedad y las que no fueron vendidas el país asiático las destinó a depósitos de chatarrería.
La prueba fue recabada por la Universidad Nacional del Sur (UNS), a la que el sindicato del subte también le encargó varios estudios para determinar la presencia de asbesto en la Línea B y E, que dieron positivos.
Desde ese momento, comenzó una campaña de les trabajadores para pedir que el gobierno de la Ciudad compre vagones libres de asbesto, en paralelo a una denuncia penal contra Mauricio Macri (entonces jefe de Gobierno) y su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta, por la compra de las formaciones CAF 5000 de la Línea B.
Resta comprobarse si la presencia de asbesto constaba en la documentación técnica de los trenes de la Línea C. Si así fuera se trataría de un caso análogo a la compra de los CAF 5000, donde el material constaba en los manuales pero la documentación no fue debidamente inspeccionada por SBASE, que pasó por alto el dato, según reconoció semanas atrás el presidente de la empresa estatal, Eduardo de Montmollin.
Se trata de los trenes Nagoya 5000, ingresados a la Argentina más de una década después de que el Estado nacional prohibiera la importación de asbesto debido a las consecuencias que puede generar en la salud de las personas.
“Los trabajadores y las trabajadores del subte estamos muy alterados porque no sabemos qué tenemos. Es muy preocupante el tratamiento que nos dan Sbase, Metrovías y la Secretaría de Trabajo”, manifestó el secretario de salud del gremio, Francisco Ledesma.
Los trenes fueron adquiridos por el gobierno porteño en 2013 y llegaron al país en 2015, provenientes de Japón, a un costo de 556 mil dólares cada unidad. Cabe señalar que son formaciones con 35 años de antigüedad y las que no fueron vendidas el país asiático las destinó a depósitos de chatarrería.
La prueba fue recabada por la Universidad Nacional del Sur (UNS), a la que el sindicato del subte también le encargó varios estudios para determinar la presencia de asbesto en la Línea B y E, que dieron positivos.
Desde ese momento, comenzó una campaña de les trabajadores para pedir que el gobierno de la Ciudad compre vagones libres de asbesto, en paralelo a una denuncia penal contra Mauricio Macri (entonces jefe de Gobierno) y su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta, por la compra de las formaciones CAF 5000 de la Línea B.
Resta comprobarse si la presencia de asbesto constaba en la documentación técnica de los trenes de la Línea C. Si así fuera se trataría de un caso análogo a la compra de los CAF 5000, donde el material constaba en los manuales pero la documentación no fue debidamente inspeccionada por SBASE, que pasó por alto el dato, según reconoció semanas atrás el presidente de la empresa estatal, Eduardo de Montmollin.
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