El tren puede convivir en el transporte del Alto Valle
VIEDMA Rio Negro 15 Jun(Rio Negro).-Sus ventajas son muchas: economía, eficiencia y seguridad. Se impulsó un ramal Senillosa-Chichinales, pero sólo se obtuvo uno reducido entre Neuquén y Cipolletti. Hoy se promueve el Metrobús como alternativa, pero no son incompatibles.
VÍCTOR HUGO URRA
Desde el 2005, comenzamos a plantearnos la necesidad de recuperar definitivamente el tren de pasajeros interurbano y de larga distancia, que nos habían arrebatado en la década de los 90 durante el gobierno de Menem. Había dos situaciones que nos motivaban. La primera consistía en una razón histórica, ya que cada pueblo de estas regiones sureñas, desde Bahía Blanca hasta Zapala, creció y se desarrolló alrededor de la estación del tren. “Pueblos que hoy, en su gran mayoría, son ciudades establecidas”. La verdadera historia se comenzó a escribir allá por el 26 de junio de 1901, cuando la primera locomotora cruzó el río Negro sobre rieles y durmientes, hasta alcanzar al fin el territorio neuquino. La segunda situación, no menos importante, tenía que ver con la necesidad de reactivar el tren de pasajeros que ayude a descomprimir las rutas del Alto Valle, y así de esta manera fuimos instalando en la agenda de los políticos y funcionarios de turno el análisis de la urgencia que teníamos por que se incluya al sistema de movilidad urbana el tren de pasajeros. Hubo mucha resistencia porque con esta movida ciudadana tocábamos intereses políticos, gremiales y de grandes corporaciones que administran el gran negocio de la movilidad urbana.
El tren trae progreso y seguridad, disminuye la mortalidad en las rutas, es económico y desalienta el uso del automóvil, en ayuda del ambiente.
Golpeamos todas las puertas que el lector pueda suponer: gobierno nacional, de las provincias de Río y Neuquén y municipios, hallando fuertes resistencias. Pero por suerte encontramos gremialistas, funcionarios, políticos y medios de prensa que priorizaron el bienestar general por sobre sus intereses personales.
También sufrimos operaciones que intentaron desactivar nuestra lucha por el tren.
Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, a través de su ministro del Interior Florencio Randazzo se impulsó un ambicioso plan de reactivación de los ramales ferroviarios que habían sido desmantelados.
Eso nos dio esperanzas y redoblamos los esfuerzos , creando herramientas como el proyecto “Tren del Valle, ramal Senillosa – Chichinales” con el acompañamiento de la senadora nacional Magdalena Odarda, autora del proyecto ante el Senado . Nuestra comisión ciudadana tomó protagonismo en los medios poniendo al tanto a la ciudadanía, de las gestiones que realizábamos en Córdoba, Buenos Aires, Cipolletti, Neuquén capital, Plottier y Senillosa.
Sabíamos que históricamente el gobierno nacional prioriza las inversiones del transporte ferroviario de pasajeros en las grandes capitales; y así lo ratificó el ministro de Transporte, olvidando nuevamente a los ramales patagónicos para priorizar el tren de cargas del ramal Zapala – Bahía Blanca, que nunca dejó de circular por el Valle, a pesar las pocas inversiones realizadas sobre las vías y los pasos a nivel en las localidades más pobladas de Río Negro y Neuquén.
Primera etapa
Este pensamiento poco republicano que decía ser popular y defender los derechos de todos y todas, poco a poco nos excluía de esa gran transformación del sistema ferroviario; así nació nuestro proyecto del ramal reducido Neuquén-Cipolletti y el enlace Dique Cordero-Cipolletti, sin dejar de lado la lucha por el proyecto madre , de Senillosa a Chichinales. A través de gestiones en el Senado y Diputados logramos que el 21 de julio de 2015 comenzara a funcionar el tren de pasajeros en tramo Neuquén – Cipolletti, que todos los bloques de la legislatura de Neuquén votaran a favor y declaran de interés provincial la recuperación del tren de pasajeros en la provincia del Neuquén.
Desde 2016 el nuevo gobierno nacional ha intentado desmantelar nuevamente el ramal ferroviario de pasajeros Constitución – Zapala, retrocediendo en la historia, aplicando las viejas políticas de los 90.
El metrobús, privilegiado
Con respecto al proyectos del Tren del Valle, en 2017 el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó que éste no será extendido y blanqueó que no cumplirán con el Presupuesto Nacional, que incluía una partida para ampliar su recorrido. A esta idea de desestimar la ampliación del recorrido de pasajeros sin importarle que en las rutas del Alto Valle muera una persona cada cuatro días por accidentes de tránsito, se sumaron funcionarios locales, como los intendentes de Neuquén y Cipolletti, apostando por el gran negocio del Metrobús como única alternativa válida para solucionar el tema de la movilidad urbana en nuestra zona. Argumentaron que el tren de pasajeros es deficitario y que la gente sólo lo usa por diversión.
Los transportes públicos no son deficitarios en la medida que cumplan con su rol: ser un servicio de transporte público eficiente. No se construyen hospitales para que den ganancias, sino para que cumplan un rol social en materia de salud.
No existe hoy un proyecto nacional de movilidad urbana, consistente y planificado. Solo improvisaciones, porque un ministro de la Nación que recorre las provincias en avión no puede decirnos que el tren de pasajeros no es estratégico para la región. Nosotros pensamos lo contrario, creemos que todos los medios de movilidad urbana pueden convivir, organizadamente, en un mismo espacio. Que el tren de pasajeros es seguro, económico y no contaminante y que la problemática que padecemos los valletanos en las rutas nacionales tiene que ver con la falta de políticas de Estado en materia de inversiones. Eso incluye: infraestructura, incorporación de nuevas tecnologías, políticas de prevención de accidentes e inversiones para sostener transportes de movilidad urbana alternativos, para eficientizar el sistema vial argentino.
Cuando escuchamos decir a algunos iluminados que reactivar el tren es caro porque hay que invertir demasiado en las vías; nosotros les decimos “que familias poderosas de la Argentina extrajeron, petróleo, calizas, cemento y cal y se movilizaron por nuestras vías. Dónde están los cánones que no fueron destinados al mantenimiento de las vías, desgastadas por el tren de cargas por más de cincuenta años”.
Tenemos que seguir luchando por la recuperación definitiva de nuestros ramales de trenes de pasajeros. El tren trae progreso, seguridad, disminuye la mortalidad en las rutas, es económico; lo utiliza la gente para ir a trabajar y para ir a la facultad. Desalienta la utilización del automóvil porque es más económico. Apostar a esa recuperación del sistema ferroviario argentino es unir el país a través de las vías en una sola cultura: la del federalismo.
* Comisión Tren del Valle de Río Negro y Neuquén
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