martes, 5 de diciembre de 2017

Corrupcion subida al Tren

Mazú y Zeidán subidos al tren de la corrupción y la mentira

RIO GALLEGOS Santa Cruz 5 Dic(OPI Santa Cruz).-El recordado “tren turístico” que en una inauguración simulada entre CFK, Alicia y Randazzo, pusieron en marcha por un rato en el 2015 para luego apagarlo para siempre, abrió un nuevo capítulo: la actual intervención de YCRT, encabezada por Omar Zeidán (Cambiemos) lo transformó en “tren carbonero” y desde ayer espera ser encendido por las nuevas autoridades nacionales que buscan “lavarle la cara” a los 700 millones de pesos que inicialmente habían presupuestado para el “tren turístico”, de los cuales alcanzaron a hacer desaparecer 300 millones, sobre los que actúa la justicia.Desde la intervención han acuñado el slogan: el tren recuperado de la corrupción.

Ahora bien; conocemos que el fraude del kirchnerismo, solo en este tema, le costó al país (al menos) 300 millones de pesos, pero llama la atención que el actual Interventor de YCRT, no haya dado los números de cuánto costó la nueva reconversión del famoso y lamentable “tren turístico” en “tren carbonero”.

Como lo hace el kirchnerismo, Zeidán hizo el anuncio con bombos y platillos y repitiendo palabras de aquella década afanada y dijo “Logramos poner en valor el tren que había sido abandonado y que era un símbolo de la corrupción, los sobreprecios y los desmanejos de la gestión K en YCRT, y lo pusimos al servicio de la empresa”. Pero hay un problema: el interventor no dice cuánto le costó al Estado esta nueva puesta en marcha; un detalle no menor al provenir este proyecto de una época de oscurantismo financiero, donde se hacían grandes anuncios, como hoy, pero de lo que había costado, realmente, nadie hablaba y muchos menos, difundía los números ni la documentación respectiva. Hoy la historia se repite, al menos en el secretismo y falta de información tras el anuncio clásico.

La intervención de YCRT, vuelve a hacer uso de ese secretismo del que hizo gala el modelo K. Desde Cambiemos se horrorizan porque no hay registro de cómo y en qué se gastaron más de 200 millones de pesos, aducen que falta documentación y que se detectaron decenas de millones sin firmas y con valores apócrifos. Ahora bien ¿Y el proyecto, los costos, la documentación, los pagos, los estudios de factibilidad y la inversión que se hizo actualmente para poner en marcha el tren dónde están?.

Tampoco aparece, todavía, el señor Zeidán como funcionario y Eduardo Costa como representante político de Cambiemos en Santa Cruz, preocupados por la “inversión” que se hizo en la estancia de señor Fernández y cualquiera, a estas alturas y siempre pensando mal, va a creer que es porque “Roby” Fernández es amigo y “compadre” de Costa. Si así no fuera, al menos dan lugar a las suspicacias porque no hay indicios, hasta el momento, de ninguna acción en este sentido. Más bien tratan de preservar al estanciero, haciéndolo pasar como un ingenuo a quien le plantaron una inversión de 200 millones en el campo y no se dio cuenta.

Zeidán, Cambiemos y el FPV tienen un problema: nosotros no olvidamos y rescatamos una y otra vez y las veces que hagan falta, estos elementos que sirven para saber con quiénes tratamos en la política y que cada vez nos convencen más que en el fondo, son todos iguales o al menos, muy parecidos.

Como si todo esto fuera poco y en vez de llamarse a un silencio reparador, el diputado del FPV Matías Mazú, coautor intelectual, partícipe necesario y actor principal de todos y cada uno de las ilicitudes cometidas en la cuenca carbonífera, de la mano del actual intendente de Río Turbio Atanasio Pérez Ozuna, salió a hablar para pegarle desde lo político a Eduardo Costa y particularmente a Omar Zeidán.

Dijo muy suelto de cuerpo “Omar Zeidán tiene que dedicarse a otra cosa, no entiende nada de la empresa”. La pregunta es ¿Él y Atanasio, Julio de Vido, Baratta, De Petri y José López, sí? ¿Qué sabían? ¿Lavar fondos, sobrefacturar, tercerizar con la UTN millonarios fondos con justificaciones truchas, armar estudios inexistentes, millonarios montos por “estudios” y “asesoramientos” truchos; comprar en Polonia con sobreprecios del 300%; desviar fondos de Planificación hacia obras que jamás se hicieron, por lo cual está procesado?. Ellos sabían hacer todo esto, pero administrar YCRT, no. Fue un coto de caza que durante una década les sirvió para enriquecerse y dilapidar fondos a costa de todos los argentinos. ¿Eso era entender de la empresa?.

Lo que dice Mazú no importa en realidad, porque es inimputable, pero es importante rescatar la caradurez del kirchnerismo para no perder de vista el norte hacia donde han llevado a Santa Cruz. Sobre la puesta en marcha de la locomotora dijo “Todo lo que hacen es una mentira. No van a invertir un peso y eso se refleja en el presupuesto para 2018” y es posible que tenga razón, pero ¿Con qué puede contrastarlo él? ¿Con la eficiencia que mostraron ellos cuando teniendo todo el poder no sacaron ni un kilo de carbón en 10 años?.

Indicando que la reparación de las máquina nació como un proyecto entre Néstor Kirchner y el intendente de Puerto Natales, señaló “La reparación se hizo en el marco de estos convenios que están denunciados. La Justicia tiene que determinar si hubo corrupción o no. Por lo pronto, las máquinas son de la Municipalidad. Pienso que esto habla mal de la Intervención, ya que van a comenzar a usar las máquinas vaporeras para transportar carbón que todavía no sacan. Sería bueno que, si van a poner las máquinas en funcionamiento, que lo hagan en conjunto con el Ejecutivo”.

Ahora que ya no está más el negocio en manos de ellos (FPV) se acuerda Mazú que las máquinas de vapor son del municipio y las reclama para la administración de Pérez Ozuna, el mismo que desvió los fondos nacionales a cualquier cosa, menos a las necesidades de la empresa, que tanto defiende ahora el diputado provincial.

Y Mazú concluyó “Zeidán tiene que dedicarse a otra cosa, ni siquiera le pido que saque carbón porque no entiende nada de la empresa, al igual que la gente que lo rodea”, algo que hasta podríamos compartir en el fondo de esta cuestión, pero se desnaturaliza cuando analizamos quién lo dice; el que expresa esa frase es el cómplice de la transa, los negociados, el atraso, la postergación del yacimiento y el desvío de fondos que llegaron durante una década desde el gobierno nacional. 

Acaso si el 2015 el FPV ganaba nuevamente las elecciones (Dios nos amparó en la oportunidad) hubiéramos seguido otros 4 o más años con la “expectativa” de que el carbón “salía en cualquier momento”, una mentira similar a la que actualmente distribuye “Cambiemos”, donde se ha llegado al colmo de que Aranguren asegurara hace un mes que “en unas semanas más” estarían alimentando de carbón la inútil usina, otro trofeo de la corrupción que sigue inerte, obsoleta y soñando con lo que no pudo ser.

Hoy vemos que por la puja política, en realidad por la puja de los millones de dólares que hay detrás, se pelean los que estuvieron y perdieron el tren y los que llegaron y se subieron al mismo tren y no quieren perder la beca. Mazú y Zeidán subidos al tren de la mentira y la corrupción, son el paradigma de la argentina que vivimos y de esta provincia donde la verdad, la transparencia y la honestidad, brilla por su ausencia, tanto en los hechos como en los discursos. (Agencia OPI Santa Cruz)

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