Fin de la reactivación ferroviaria: solo sobrevive el tren que une Paraná con Colonia Avellaneda
El viaje a Colonia Avellaneda dura 40 minutos y cuesta un peso.
PARANA Entre Rios 20 Ago(Analisis Digital).-El sistema ferroviario en la provincia de Entre Ríos quedó al borde de la desaparición. En poco más de dos años quedaron suspendidos los servicios entre Paraná - Concepción del Uruguay y Paraná - Federal, cuyos trayectos alcanzaban la geografía más profunda del territorio. Poco tiempo después, correría la misma suerte el tren que unía Basavilbaso y Villaguay. Hoy a duras penas se mantiene el servicio entre la capital entrerriana y Colonia Avellaneda, aunque con el aumento de la demanda las frecuencias no bastan. Aunque el reclamo de los pasajeros es por mayor cantidad de viajes, también se cancelaron los trayacteos entre Paraná y Oro Verde y Paraná y Villa Fontana.
Las razones de la clausura de ramales parecen insuficientes en el contexto de juntas de gobierno que quedaron aisladas por la falta de transporte y condenadas al olvido. El decreto del presidente, Mauricio Macri, habilitó al Ministerio de Transporte a clausurar ramales y levantar el tendido de vías, rieles e infraestructura de sostén, una resolución que generó el estado de alerta entre los gremios ferroviarios y principalmente los trabajadores. "No van a dejar que sea como la época de los ‘90", advirtió uno de los empleados ante el temor del embate oficial contra lo poco que queda en pie, en diálogo con Uno.
El primer golpe letal al servicio de ferrocarriles en manos del Estado llegó con el gobierno de Carlos Menem en la década del ‘90, consistente en un plan de desguace y privatización de la red de trenes de carga y de pasajeros con el progresivo cierre de ramales en todo el país. Hacia 1993, el primer efecto de esta medida tuvo su impacto en el servicio de pasajeros y en el despido de aproximadamente de 1.500 trabajadores que se desempeñaban en la estación de la ciudad de Paraná. De un día para otro no solo se dejó de prestar el servicio en los corredores Paraná - Federal y Paraná - Concepción del Uruguay –llevando al aislamiento a varias localidades ubicadas en zonas rurales- sino que se desarticularon los talleres donde se fabricaban los insumos para el funcionamiento de las máquinas. Fue el fin de una época dorada.
Recién en 2009, en el primer período como gobernador de Sergio Urribarri, se reactivó el ferrocarril General Urquiza con la vuelta del corredor Concepción del Uruguay - Paraná. Sin embargo, la alegría duró poco porque seis años después el Belgrano Cargas SA decidió "cancelar provisionalmente" dicho ramal, dando explicaciones que parecen no conformar a nadie. "Después de grandes lluvias, los técnicos del Belgrano determinaron que los puentes no eran lo suficientemente fuertes. Entre febrero y marzo de 2015 dejaron de funcionar simultáneamente Paraná - Concepción del Uruguay y Basavilbaso - Villaguay. Las razones que esgrimen son netamente operativas", describió Alejandro Debus, inspector de Vías y Obras de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado.
El ferroviario recalcó que la vía se encontraba en buenas condiciones y que los inconvenientes se registraron en algunos aliviadores. Es uno de los últimos ferroviarios con mayor caudal de conocimiento en construcción, reparación y ampliación de vías. "No era motivo para clausurar el ramal. Hasta el día de hoy podía pasar el tren de pasajeros y 10 trenes de carga por día", afirmó convencido. Eran 300 kilómetros de recorrido con un único servicio semanal, con salida el viernes y regreso el domingo.
A su lado interviene Nelson Santini, representante de la Unión Ferroviaria (UF) y empleado de carrera del Ferrocarril General Urquiza. Asegura que las gestiones para la reactivación de los corredores suspendidos fueron realizadas por legisladores, intendentes, los gremios del sector y el propio gobernador Gustavo Bordet ante las autoridades nacionales. "Hasta el momento no hubo ninguna respuesta. Incluso el intendente de Basavilbaso, Gustavo Hein, encabezó gestiones con respuestas favorables pero que nunca se concretaron", explicó. Así las pretensiones para lograr la extensión de un nuevo destino fueron bajando por el marcado desinterés del gobierno nacional. En ese marco se inscribió el pedido para que el tren pueda llegar a La Picada. "No existe ningún inconveniente para que la misma formación que va a Colonia Avellaneda cumpla ese recorrido. Lo planteé en Buenos Aires con el gerente, porque esta vía se arregló con una empresa particular y está en óptimas condiciones para correr el tren. Se debe limpiar la maleza", alegó Debus.
Los cuatro gremios que nuclean a los operarios ferroviarios a nivel nacional emitieron una circular en la que expresaron su preocupación por el decreto presidencial y cómo la medida puede impactar en materia laboral, sumado a la posible reducción de servicios. "Hay mucha preocupación; después se juntaron los gremios de La Fraternidad, la Unión Ferroviaria, Señaleros y Personal de Dirección y mostraron total unidad advirtiendo que no iban a permitir que se cierre ningún ramal", enfatizó Santini. Se estima que en los próximos días dirigentes de la UF llegarán a Paraná para interiorizarse respecto del estado de la infraestructura y otros pormenores. Los trabajadores ferroviarios en Entre Ríos pasaron a la órbita nacional en octubre de 2013 por un convenio firmado por el ex ministro de Transporte Florencio Randazzo. Son actualmente 47 los empleados, porque algunos se han jubilado y otros se han retirado. El resto del personal se reparte entre La Histórica y Basso; una persona custodia la estación uruguayense y cuatro operarios en la Ciudad del riel están a la espera del resurgimiento del servicio.
El tren que une Paraná con Colonia Avellaneda todavía goza de buena salud. De lunes a viernes son seis las frecuencias disponibles, a 1 peso el pasaje, y con un promedio de 700 pasajeros diarios. El viaje tiene una duración de aproximadamente 40 minutos y en su mayoría es utilizado por los vecinos de Colonia Avellaneda que viajan hasta Paraná para cumplir con obligaciones laborales, por estudio y también están aquellos que hacen el trayecto exclusivamente para abastecerse de agua en la estación ubicada en calle Racedo. Es una de las postales más llamativas de la jornada. Los apeaderos -paradas- constituyen quizás la obra que más valoran los pasajeros, además del buen estado de los vagones y la comodidad de las butacas, entre otros aspectos.
el gobierno actual es un horror... pero convengamos que en los 90 los sindicatos ferroviarios fueron cómplices de la destrucción del sistema y todos (dirigentes y trabajadores) votaron masivamente a Menem en el 95 en nombre del peronismo y toda esa mentira que nos viene destruyendo como país desde 1945
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