domingo, 2 de julio de 2017

Con Maderas del Ferrocarril

Con maderas del ferrocarril, hacen bandoneones para escuelas

LANUS Bs.As. 2 Jul (Clarin).-En la Universidad de Lanús construyen 40 instrumentos con materiales recuperados de la estación de Escalada. Serán distribuidos entre Secundarias del Partido.
Daniel López, Director de Patrimonio Histórico de la UNLa, junto al carpintero Fernando Recúpero. / Néstor García.

Si hay un tipo de música que nos representa en el mundo, sin dudas es el tango. El compás del 2x4 atrae cada vez más a personas de distintas nacionalidades que se deslumbran con el sonido del bandoneón. Sin embargo, el instrumento es muy costoso ya que son muy pocos los que se fabrican. Ante esta necesidad, alumnos de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Lanús hace unos años comenzaron un proyecto para la producción en serie. “Pichuco”, ganador del premio INNOVAR en el 2012, fue creciendo. Ahora, desde el área de Patrimonio Histórico de la UNLa, impulsan una nueva iniciativa que consta en la creación de 40 bandoneones que serán distribuidos en Secundarias del Municipio. Tendrán la particularidad de estar hechos con maderas recuperadas de la estación de tren de Remedios de Escalada.

“Con los mismos planos que ya estaban hechos por el área de Diseño Industrial, preparamos la madera que provenía de viejos muebles que estaban abandonados en el predio ferroviario y empezamos. Hay de pino, de cedro y de pinotea”, comenta Daniel López, museólogo y director de Patrimonio Histórico de la universidad.
Los bandoneones hechos con maderas recicladas del ferrocarril. /Néstor García.

También relata que este proceso fue hecho con mucho amor: “Si tuviste un familiar que trabajó en los trenes, buscamos que tenga su alma. Hacerle una devolución a este pueblo ferroviario y darle a esos materiales la jubilación que se merecen. Tal vez algún abuelo guardó una libreta o ropa en esos muebles, que ahora se convirtieron en bandoneón”.

La madera fue reciclada durante el verano por chicos que asisten a comedores de Lanús.

La madera fue seleccionada por el carpintero Fernando Recúpero, quien trabajó en conjunto con López y el director de la Orquesta, Daniel Bozani. Además, de la iniciativa formaron parte chicos que asisten a comedores comunitarios de Lanús que durante cursos de verano la pulieron y le dieron forma.

El resto de las materiales fueron obtenidos en comercios de la región. “Para la construcción del fuelle (hecho de cartón y tela) nos vinculamos con Alejandro Humar, de Diseño Industrial. Él nos trajo los planos. Después encontramos un señor de Lanús que nos ayudó mucho porque tiene una fábrica de cajas. No nos fuimos a los Balcanes, lo hicimos acá en Lanús. La tela la compramos en Burzaco. Pensamos en la zona, en las empresas del barrio”, describe Daniel.

Este fuelle es innovador ya que tiene una sola celda a diferencia de los tradicionales que cuentan con muchas. La virtud que lo caracteriza es que no pierde el aire. Recúpero insiste en que no es necesario ser un “súper operario” para la realización del fueye porque hay una matríz que deja al cartón plano listo para ser plegado. Cualquier voluntario puede participar del proceso, y de hecho son muchos los estudiantes que se acercaron a colaborar.

“El bandoneón merecía ser salvado. La música popular que nos define es el folclore y el tango. Hoy el tango está representado por el bandoneón. Como encargado de Patrimonio Histórico es mi deber salvarlo”, reflexiona el museólogo.
Con maderas del ferrocarril, hacen bandoneones para escuelas
 
    Los bandoneones que forman parte del proyecto Pichuco.

Ana Jaramillo es rectora de la universidad. Según ella, “si no tenemos bandoneones, se acaba una cultura. Estamos tratando de preservarla. Dicen las malas lenguas que el tango nació en Lanús, en los suburbios”.Un luthier hace de tres a cuatro bandoneones por año. En un trabajo muy exagerado puede llegar a producir ocho. Sin embargo, son tres bandoneones los que pueden fabricarse en un mes en la universidad. Para usar las máquinas industriales trabajaron con “La Casa del Bandoneón” con la cual tienen un convenio anterior cuando realizaron el “Pichuco”, el primer prototipo.

“​Siempre quise que los niños tuvieran el instrumento para aprender. Sucede que sale mucha plata, unos US$ 4.000.

Ana Jaramillo, rectora de la universidad

“Siempre quise que los niños pudieran tener el instrumento para aprender. Sucede que sale mucha plata, unos US$ 4.000. Nadie le va a comprar a su hijo uno para que aprenda. Los sueños están para hacerse realidad”, agrega Jaramillo.

El primer objetivo es llegar a construir los 40 bandoneones y repartirlos en los colegios para que puedan ser utilizados por estudiantes secundarios. “Además tenemos otro encargo de 30 instrumentos para el Gobierno de San Luis. Allá también lo quieren para las escuelas. Y ojalá que en otras provincias se sumen a la propuesta y quieran su bandoneón”, señala Jaramillo.

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