martes, 31 de enero de 2017

Transportes Varios

Subte, Metrobús, Paseo del Bajo: impaciencias y panaceas
 

CAPITAL FEDERAL 31 Ene(Pagina12)Por Alberto Müller *.-Tres obras de transporte están en curso en el bajo de Buenos Aires. La línea E del subte, cuya traza ha llegado desde Plaza de Mayo a Retiro, espera pacientemente ser inaugurada; según los anuncios, esto se produciría en este año. El Metrobús de las avenidas Leandro N. Alem-Paseo Colón ha iniciado obras; ellas implicarán reservar el espacio central de ambas para el transporte público, y las vías laterales para los vehículos restantes. Por último, se ha anunciado el inicio de las obras del llamado Paseo del Bajo; ésta es una versión new age del antiguo proyecto de la Autopista Ribereña, que conectará la Autopista Illia con la Autopista 25 de Mayo y la Autopista La Plata-Buenos Aires.De la extensión del subte a Retiro ya poco puede decirse, porque es una obra virtualmente concluida. Sólo cabe esperar que sea exitosa en la captación de tráficos, ante los más que dudosos resultados que se observan en la extensión de la Línea B y en la propia Línea H. Por lo pronto, atiende una zona con flujos importantes de tráfico, en conexión con tres terminales ferroviarias. Pero es cierto que la accesibilidad desde éstas a la nueva cabecera de la Línea E dista de ser la deseable; implica una caminata larga, que le restará atractivo. El tiempo dirá.Lo que no se comprende es el apuro por iniciar las obras del Metrobús, superpuestas con el nuevo sector de la Línea E. Por lo pronto, las obras significarán largos meses de trastornos; esto ya es ostensible. Entonces, lo lógico habría sido aguardar la puesta en servicio del tramo mencionado, para ofrecer una alternativa (y de paso, quién sabe, aumentar la visibilidad de esta obra nueva).Pero, además, es discutible el sentido del propio Metrobús en la zona (y en realidad, en buena parte del eje Leandro N. Alem - Paseo Colón). Un factor crucial para el éxito de los corredores donde se lo ha implementado fue la supresión del estacionamiento de vehículos. Ésta es además una condición imprescindible: el Metrobús implica ocupar espacio adicional sobre las avenidas, para situar las paradas de los colectivos. El espacio que queda para los vehículos restantes es angosto –en puntos de la Avenida Maipú en Vicente López se pasa casi “con calzador”– y en consecuencia el control del estacionamiento es necesariamente draconiano. Sospechamos que buena parte de los beneficios obtenidos en algunos ejes del Metrobús (avenidas Cabildo-Maipú, Avenida Juan B. Justo) podrían haberse logrado simplemente con una razonable disposición de paradas, dársenas de estacionamiento temporario y grúa para los autos mal estacionados.Lo cierto es que en el caso de la Avenida Leandro N. Alem la prohibición de estacionamiento ya se encontraba razonablemente cumplida. La gran densidad de líneas de colectivos que circulan, por otro lado, augura paradas muy distanciadas entre si, quitándoles atractivo. Tenemos entonces razones para sospechar que el Metrobús no tendrá un gran desempeño. En estos temas –como en todos los demás– no hay panaceas.Como si no fuera suficiente, tenemos el Paseo del Bajo. No analizamos aquí la pertinencia del proyecto. Pero lo cierto que esta obra promete dificultar la circulación en el área durante mucho tiempo; la experiencia sugiere que serán más de dos años y medio.¿Dónde ser volcará el tránsito que encuentre dificultades? ¿Sobre las avenidas Leandro N. Alem-Paseo Colón en obras por el Metrobús? Es incomprensible que no se haya aguardado el fin de estas obras antes de comenzar con el mega proyecto del Paseo del Bajo. La impaciencia por la “lluvia de obras” no es buena consejera.Pero aun cuando las obras hayan terminado, el tránsito en dificultades por las obras del Paseo del Bajo encontrará las avenidas próximas restringidas por el Metrobús. Si así fuera, preparémonos para un infierno diario y prolongado en la zona. Aun si se inaugura la Línea E, no habrá solución; el subte no absorbe cualquier tráfico de superficie.

* IIE-Cespa-FCE-Universidad de Buenos Aires.

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