jueves, 7 de abril de 2016

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Lapidario informe de la Auditoría sobre los trenes usados de la línea B

CAPITAL FEDERAL 7 Abr(EnElSubte).-La Auditoría de la Ciudad elaboró un duro informe en el que objetó la compra de los coches CAF 6000 para la línea B. Para el organismo, la compra no fue debidamente fundamentada, no se verificó "la razonabilidad de los precios finales", ni se realizó un estudio acerca de la sustentabilidad, vida útil y ahorro energético. El informe señala, además, que SBASE incumplió dictámenes de la Procuración General.La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) elaboró un minucioso informe acerca de las compras y contrataciones realizadas por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) durante el año 2013, que fue aprobado por todos los auditores que integran el organismo, incluyendo los del oficialismo.Entre las varias objeciones presentadas por el organismo de control se cuentan irregularidades detectadas en la operación de compra de los polémicos coches CAF 6000 para la línea B, comprados de segunda mano al Metro de Madrid.Para la Auditoría, tanto la “estimación de los costos” como “la fundamentación de la conveniencia de la compra” fueron “insuficientes” y no cumplieron los parámetros de lo dictaminado por la Procuración General, que había ordenado a SBASE “justificar la contratación” y “verificar la razonabilidad de los precios finales“.
Cermesoni, gerente de Planeamiento de SBASE, jugó un rol fundamental en la compra de los CAF 6000.

El informe deja en evidencia el relevante papel que tuvieron en la operación los gerentes de Planeamiento, Mariano Cermesoni y de Material Rodante, Miguel Ditamo, quien fue despedido de SBASE a principios de este año por causa de esta compra.En tanto, el entonces gerente de Legales, el polémico Juan Freire Aurich –quien luego del escándalo fue enviado a España a hacer un posgrado– se limitó a convalidar la contratación directa al encuadrarla dentro del Reglamento de Compras de SBASE, que autoriza a la firma a realizar contrataciones con empresas públicas extranjeras, en este caso “Metro de Madrid, que es una sociedad del Estado de la Comunidad de Madrid”.La Gerencia de Planeamiento fue la encargada de recomendar en primer lugar la operación ante el Directorio haciendo hincapié en que las prioridades eran (según el orden en que constan en los documentos) “profundizar la incorporación de aire acondicionado en la línea B”, “mejorar las frecuencias en el mediano plazo” y “renovar la flota en el largo plazo”. Para la Auditoría, tanto la “estimación de los costos” como “la fundamentación de la conveniencia de la compra” fueron “insuficientes” y no cumplieron los parámetros de lo dictaminado por la Procuración General, que había ordenado a SBASE “justificar la contratación” y “verificar la razonabilidad de los precios finales”.Cermesoni bien conocía la limitada compatibilidad de los coches con la infraestructura de la línea B, ya que consignó en su informe que de comprarse, sería necesario retrocharlos e instalar catenaria rígida en toda la línea, que hasta ese entonces operaba únicamente con tercer riel. No consta en los documentos que se necesitara realizar obras de repotenciación en subestaciones, algo que debería encararse más tarde.La Gerencia de Material Rodante emitió entonces sendos informes técnicos en los que aconsejó la compra, realizando una comparativa de precios entre los CAF 6000 y lo abonado por otros trenes usados como los Nagoya 5000 y los CAF 5000, con trenes nuevos como los Alstom de la línea H y los CNR de la línea A, además de citar una comparación con coches usados del Metro de Osaka, en Japón, de los que no se dan mayores precisiones.Esa comparativa fue blanco de las objeciones de la Auditoría: “Se verifica una comparación con precios de plaza cuya fuente no se consigna. Se compararon precios […] sin que se tratara de precios cotizados oficialmente por esas empresas”. Esos precios, acusa el informe, “no incluyeron los gastos de nacionalización, transporte, seguros e impuestos. Estos ítems son de fundamental importancia a la hora de saber cuál podría ser el precio final. [Su ausencia] no permite efectuar una comparación certera y justa“.El informe señala además que “no se ha efectuado un análisis de sustentabilidad de la flota adquirida, ni se ha llevado a cabo el estudio de consumo y ahorro energético de los coches, ni lo relativo al ciclo de vida con una proyección que sopese las condiciones de los coches ya usados y el futuro de los mismos”.La Auditoría recordó que un dictamen de la Procuración General de la Ciudad –organismo encargado de velar por la legalidad de los actos administrativos– exigió que “SBASE expresara las razones de oportunidad, mérito y conveniencia que justifican la contratación y que verificara la razonabilidad de los precios finales”, algo que la empresa estatal incumplió.La falta de estos datos, concluye la Auditoría, “no permite concluir la conveniencia de la compra de material rodante usado frente a material sin rodar”.
Una formación impactó contra un panel desprendido en el túnel de la línea C
 
CAPITAL FEDERAL 7 Abr(EnEl Subte).-Un panel fonoabsorbente colocado en el túnel de la línea C se desprendió e impactó contra una formación, provocando la rotura de uno de los parabrisas de la cabina. 
El servicio de la línea no fue afectado y no hubo heridos, confirmó Metrovías. Delegados acusan "falta de mantenimiento".Cerca de las 11 de la mañana de este miércoles, un panel fonoabsorbente instalado en la línea C entre las estaciones Independencia y Mariano Moreno se desprendió de la pared e impactó contra el frente de una formación, ocasionando la ruptura de uno de los parabrisas de la cabina.La unidad afectada fue el coche 333, cabeza de la formación Nagoya “J”. 
Según aseguraron a este medio voceros de la operadora Metrovías, la formación fue retirada de servicio tras el impacto y derivada al Taller San José, donde se le sustituyó el vidrio dañado dejándola en condiciones de circulación para las 14 horas.Resulta importante destacar que dado que los vidrios son laminados, el mismo quedó ubicado en el marco de la cabina hasta que fue cambiado”, explicaron desde la empresa, quien destacó además que no se registró daño alguno a pasajeros ni a trabajadores.Desde el sindicato acusaron que el panel se desprendió por “falta de mantenimiento” y aseguraron que “no es la primera vez que ocurre”. Cabe destacar que meses atrás ocurrió un incidente similar en la línea E, luego de que un cartel publicitario se precipitara sobre una formación ocasionando la ruptura de las ventanillas laterales, lo que provocó cortes leves a algunos pasajeros.

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