martes, 15 de octubre de 2013

Noticias


Randazzo: "Vinimos a saldar una deuda con los talleres ferroviarios de Tafí Viejo"

TUCUMÁN 15 Oct(La Gaceta).-El Ministro del Interior y Transporte recorrió junto a Alperovich la planta, que sería referente en reparación de vagones de carga. Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte de la Nación, y el gobernador José Alperovich recorrieron desde las 12.45 los talleres ferroviarios de Tafí Viejo. Antes de dialogar con las autoridades de la planta el funcionario nacional caminó por la planta, en donde saludó al centenar de operarios con los que cuenta la planta. En las instalaciones también lo esperaron miembros de gremios, partidos políticos y movimientos sociales kirchneristas. Randazzo subió a una locomotora que fue reparada recientemente y fue acompañado por Alperovich, el intendente de Tafí Viejo Javier Pucharras y operarios. Tras ello, hizo contacto con la prensa, ocasión en la que expresó: "Estamos aquí para poner en valor a uno de los emblemas de la historia ferroviaria argentina en lo que respecta a vagones de carga".

"Teníamos una deuda con Tafí Viejo, vinimos a saldarla y lo haremos con trabajo. Estos talleres tendrán una cantidad enorme de trabajo, por lo que pedimos que los trabajadores también acompañen este proceso. No queremos mirar para atrás pero vamos a corregir lo que hicimos mal", agregó el ministro. A principios de año, el Gobierno estatizó -mediante un decreto de necesidad y urgencia- el ferrocarril Belgrano Cargas. Desde entonces, los talleres taficeños pasaron a formar parte de la grilla de plantas de reparación del Belgrano Cargas. Desde entonces, la planta recibió un aporte no reintegrable de $ 15 millones para reequipamiento.


Aprehendieron a cuatro jóvenes por pintar el tren

CONCEPCIÓN DEL URUGUAY 15 Oct(La Calle-Online).-Cuatro jóvenes, entre ellos un menor, fueron aprehendidos y se les secuestraron gran cantidad de elementos que los compromenten con las pintadas. En la noche del sábado, el comando Radioeléctrico comisionó de los móviles JP- 1018 de l comisaría Segunda y el S- 467 de la Comisaría del Menor y Violencia Familiar, a la zona de la plaza Sarmiento, en calle Gasc y San Martín, ya que un llamado telefónico alertada de que un grupo de personas pintaban graffitis en las paredes del depósito de la firma Ropelato. Los efectivos policiales aprehendieron en el lugar a tres personas, tres mayores y un menor, que se encontraban en el lugar realizando las pintadas. Los tres mayores fueron trasladados a la Comisaría Segunda donde se dio curso a una causa judicial caratulada “De oficio por el supuesto Delito de Daño, en perjuicio del local comercial Ropelatto, contra Juan Franco Duarte de 19 años de edad, Alexis Exequiel Duarte de 22 años de Edad, Agustín Nicolás Ruecco de 18 años de edad, todos oriundos de la provincia de Buenos Aires, en tanto que otro menor de 17 años, fue trasladado a la Comisaría del Menor y Violencia familiar bajo los mismos cargos. Las diligencias de rigor se realizaron con la supervisión del fiscal auxiliar en turno, doctor Mario Schereiner, quien dispuso la requisa personal y de las mochilas de los jóvenes, a quienes se les secuestraron: setenta y un aerosoles marca Kuwait, Cobra y Montana de diversos colores, un teléfono celular marca Sansung Galaxi Advance, blanco, un teléfono celular marca Samsung Galaxi Pocket b negro, un teléfono celular marca HTC, negro, siete guantes individuales, cuatro mochilas negras , catorce bocetos de diversos gráficos, 40 picos reguladores para pintura en aerosol. Tras el cotejo entre los gráficos de este hechos, existe mucha similitud con los efectuados en la fecha, en horas de la madrugada en el tren Materfer 02; también se realizo el cotejo con los bocetos que estos masculinos tenían en su poder, y también coinciden con los gráficos del tren; al igual que la variedad de colores que se utilizaron en ambos hechos. Además de las tareas investigativas que se realizaron, se logro establecer un tercer grafiti, en zona del puerto local, más precisamente en una de las paredes laterales del Club Regata.

Allanan su lugar de alojamiento. El fiscal auxiliar, dispuso además, el Allanamiento y Registro Domiciliario de la Finca ubicada en Güemes Nº 119 , lugar donde estarían alojados los imputados, y el respectivo Cotejo ante la Dirección Criminalística de: muestras de pintura, placas fotográficas, eerosoles, bocetos y guantes secuestrados. En la madrugada de ayer, aproximadamente a las 2:50, efectivos de la policía de la provincia procedieron a dar cumplimiento al mandamiento judicial en el marco de autos caratulados Legajo Nº 4037/13, ¨C/ Autores Desconocidos S/ Daño a Bienes del Estado”, procediéndose a allanar un la finca construida en dúplex “El remanso”, ubicada en Güemes 119, habitada por los jóvenes antes aprehendidos. En el lugar se encontraron bocetos de estilo graffitis, guantes, celulares, cámaras digitales fotográficas y filmadoras, computadoras ysoportes de almacenamiento de datos. Allí se secuestró formalmente una cámara profesional marca Nikon de 16.1 P.M., una cámara digital marca Sony de 14.1 MP., sin fotos; cincuenta latas de aerosoles de varios tamaños, marcas y colores, sin picos; dos bolsas tipo camiseta con picos reguladores; cincuenta bocetos de graffitis en distintos tipos de hojas; y dos pendrives con capacidad de 4 GB cada uno.-


Volvieron a pintar un gran graffiti en un tren en la estación de Concepción

PARANA 13 Oct(La Calle-Online).-Como ocurriera en marzo de 2011, los desconocidos realizaron un gran graffiti en el coche motor Materfer, que cumple el servicio ferroviario de pasajeros entre Paraná y Concepción del Uruguay. Desconocidos volvieron a pintar la formación ferroviaria que se encuentra en la estación de de trenes de Concepción del Uruguay. Como ocurriera en marzo de 2011, los desconocidos realizaron un gran graffiti en el coche motor Materfer, que cumple el servicio ferroviario de pasajeros entre Paraná y Concepción del Uruguay. El hecho tuvo lugar durante la madrugada de este domingo, cuando el tren se encontraba en la estación de La Histórica, a la espera de su partida a la capital provincial, hecho que fue descubierto en las primeras horas de la mañana. El hecho generó preocupación, más allá de lo colorido del trabajo artístico, ya que la estación y formación cuentan con vigilancia. El personal encargado de la seguridad no se percató de lo sucedido, y se desconoce el tiempo que los autores pudieron demorar en hacerlo. En la anterior oportunidad se descubrió que el autor era de Buenos Aires, y se confirmó que estos artistas callejeros actúan con suma rapidez usando aerosoles de alta calidad y secado rápido, lo que les permite pintar formaciones ferroviarias en minutos, aprovechando sus paradas en las estaciones.

Hasta el momento no se sabe quién o quiénes pudieron realizar la pintada. El hecho es investigado con intervención de la División Investigaciones, publicó el sitio 03442.com.ar.


Vagones tomados en el tren más “cool” de Constitución a Mar del Plata

BUENOS AIRES 11 Oct(Revista Ñ Clarín).-Moda, mercado y cultura. Desde el viejo mundo de la Estación Constitución hasta la vanguardia del 12 TRImarchiDG en La Feliz, un grupo de artistas participó de una experiencia creativa, festiva y nostálgica. Viaje en un choche comedor peronista, entre música electrónica, grafittis y video hacia la meca del diseño local. “Mi mejor recuerdo es la porno que filmó Playboy en estos mismos andenes”, dice un operario de Ferrobaires mientras espía la muestra de arte y el desfile de moda que armó Levis’s en Hornos 91, el sector de encomiendas de la Estación Constitución. Son gustos y memorias, pero hay que respetarlos, es su sector. Un sector de viejos tinglados donde reluce el óxido de los vagones argentinos, un paisaje bucólico en el que los cristales rotos de varias ventanas viajeras atraen la vista como imanes. De fondo suenan los alemanes de Stereo Total en la consola de Nicolás Melmann. La música rompe la monotonía, las barricadas. La propuesta es pura mezcla, vanguardia artística y diseños de moda desafiando la naturaleza de un entorno con historia, un barrio y una estación con carga simbólica. El tren a Mar del Plata, el viejo marplatense, tuneado para la ocasión, partirá en minutos a La feliz cargado de músicos, pintores, diseñadores, periodistas y tripulantes que se ganaron ese derecho en las redes sociales. El disparador se llama Trip to the modern frontier, un viaje a la frontera moderna que aquí compite con los límites temporales, sociales, espaciales y culturales. Es eso, un viaje retro y futurista a la vez, un traqueteo entre ambos tiempos. Un tren peronista, un coche comedor en desuso, copado por un día, 4 de octubre, para que después todo vuelva a la normalidad. O quizá no. El absurdo puesto en evidencia en el mundo real se convierte en pura fantasía en ese viaje hacia Mar del plata que es virtual y real a la vez, que ocurre en tiempo y espacio pero que también es inventado. Aquí los carteles de Ferrobaires (a propósito, ¿sabían que Ferrobaires también tiene un tren cultural?) y los afiches de las elecciones en el gremio se cruzan con los mensajes de la marca en inglés: The future is leaving. Go forth. Todo se mezcla en la previa de la partida que ya es un festival. En los andenes conviven las pinturas de Jaz y de Valdo Torres, proyecciones audiovisuales de Nuna Mangiante, coronado con un desfile de modelos caracterizados de viajeros. Buena pilcha y valijitas para todos los gustos, deleitan a curiosos y algunos famosos llegados de otros puntos cardinales. “¡Qué buen lugar!”, exclamarán casi al unísono. Eso también pasa cuando se borran las fronteras. ¿Hay fronteras o no hay fronteras? ¿Quién las dibuja? ¿Quiénes las imponen? Preguntas para otro momento, porque el tren ya parte con destino a Trimarchi, el mega festival de diseño (que nunca supo de límites) que es furor en Mar del Plata.

El primer llamado al pasaje avisa que Axel Krygier ya toca en el coche comedor. Hacia allá va la tripulación, de vagón en vagón, tambaleándose hasta una barra atestada de bebedores de cerveza y más elixires. Y allí está Krygier, sometido al zarandeo del tren (ya es más que un traqueteo). Graba los ruidos del viaje, y mientras los escucha se ríe. Avanza lento su presentación, pero qué importa, en un tren todo es espera, espera para llegar a un destino. Un tren, a 70 km. por hora es un gran lugar para la contemplación. Los primeros sonidos que emite su consola, su teclado y sus grabadoras ayudan, son lo más parecido a un viaje. Un sonido maya, del más allá latinoamericano, con un ritmo que va increscendo en un coche comedor que hizo traer Perón en su primera presidencia, ahora adornado con plasmas, parlantes, y algunos cuadros colgando de sus paredes. Todo ocurre mientras el realizador Mateo Amaral proyecta imágenes de Una piedra negra, su largometraje de animación digital que oscila entre la ciencia ficción, la psicodelia, el ruido, el terror y la abstracción experimental. Es difícil para él, sus imágenes compiten con las que trae la ventanilla. Lobo Velar se pasea entre los vagones con su vieja Nikon, calculando los disparos, que acá no son gratis. Es curioso su método de trabajo, casi pensado para este viaje en el tiempo. Usa una cámara réflex mecánica, con película, porque así siente correr el carrete, porque así elige a conciencia cada foto que saca. “Si voy al digital, disparo y disparo”, renegará más tarde. Los cuadros que arma se enmarcan en contextos de selvas exuberantes. Velar teje plantas con papel fotográfico pegado. Toma la foto, hace las copias, recorta y pega. Luego dibuja nervaduras y demás. El personaje de esta historia también es una foto suya, un voleibolista de playa duchándose en Río de Janeiro. Hombre en el paraíso se llama, la fotografía a la enésima. Si el viaje fuese más largo, sería fácil adivinar quiénes serían los personajes estelares de esta historia. Krygier y Velar se anotan en punta, ya mostraron su sinergia antes de llegar a Chascomús. También están los tripulantes, que encajan perfecto en el concepto de omnívoros, citando a Bauman y a Peterson, ávidos por cualquier estilo y procedencia de las manifestaciones culturales, abiertos a “consumir” un amplio espectro de formas artísticas. Es asombroso, al menos para este cronista, como, por ejemplo, ritmos como la cumbia, acompasados por una base de música electrónica seducen y activan a un público que de otra manera jamás escucharía cumbia. Sucede también con el tango, con la música clásica. ¿Ser omnívoro es romper fronteras? Internet y la tecnología, ¿cuánto tienen que ver con este cambio cultural? Exageremos: estamos frente a una matriz tecnológico creativa que puede volverse inclusiva e incluyente. Quizá se una visión cándidamente esperanzada. Quizá suceda lo contrario y todo se vuelva impersonal, difuso. Todo esto lo pensamos mientras Krygier sintetiza su voz en el micrófono y lanza aullidos ancestrales a su público viajero. Afuera ruedan los campos de flores amarillas que pronto serán segados. Uno de los chicos sugiere que son amapolas. Bestia, le gritan. Con buena onda. Krygier se fue a buscar cerveza y su música siguió sola, desconociéndolo. Tocar o no tocar, ese es otro debate. Esto tiene de bueno el tren. Cuando uno se pone teórico, mirás para afuera y ya, el mundo real. Y si no, buenas son las charlas. Jaz, Franco Fasoli, trasluce la tranquilidad de vivir de lo que hace. Artista plástico, grafitero, interventor urbano, recorre el mundo guiado por su obra. Dibujando sus figuras animales como lo hará también en el tren. Qué envidia. Hablamos de la avanzada del arte callejero, del graffiti, de la intervención urbana. De lo difícil que es pintar fachadas en Nueva York (menos para Banksy), de lo mucho que se hace en Buenos Aires, de la interminable vanguardia alemana, de la avanzada paulista. Luego se pondrá a delinear una reversión de un tigre sin rayas. “Por fin llegué”, dice cuando termina. Antes, él y el paraguayo Valdo Torres, que aquí interpeló a todos con su obra Superman está muerto, habían invitado a la tripulación a dibujar. Doblaron varias hojas en tres, para que cada uno dibuje cabeza, o torso, o extremidades inferiores. Las hojas pasan de mano en mano y se van conformado pequeños trabajos comunitarios en papel oficio. Seres amorfos, algunos propios del universo trans, otros llegados de algún planeta no ferroviario. Todo se mezcla en el tren. Ya van más de trescientos kilómetros y la música, la cerveza, más las imágenes de dentro y fuera producen la inevitable sensación de amalgama, una hipnosis capaz de convertir a esta tripulación variopinta en una tribu, una tribu omnívora, que ya lo dijimos. Los artistas sugieren que, para la próxima, lo mejor será hacer algo conjunto, interactuar entre ellos, cruzar sus obras. Algo de eso lograran en Trimarchi, que es otro mundo, otra travesía distinta a la del tren. En Mar del Plata los tiempos se normalizan. Hay charlas, talleres y mucha fiesta para romper la burocracia de cualquier evento. (Es una buena experiencia visitar TrimarchiDG al menos una vez en la vida). Este año, en la 12° edición del encuentro de diseño, conviven figuras locales con nombres tales como el australiano Nathan Jurevicius, uno de los pioneros del Character Design que presentó una película de animación impactante, el holandés Niels Shoe Meulman, impulsor de los caligrafittis, letras de fina terminación en paredes enormes, o personajes histriónicos como el puertorriqueño Izzy “Mr. Salsa” Zanabria, uno de los grandes referentes de la cultura visual latinoamericana en Nueva York. Pero esa es una historia muy larga para contarla en estas líneas. Volvemos al tren, al viaje a la frontera moderna, que es una bajada local del Station to Station que armó Levi's en septiembre en los Estados Unidos. Allá en el norte un tren cruzó desde Nueva York hasta California en tres semanas, cargado de artistas internacionales: músicos, escritores, chefs, fotógrafos y cineastas. Paró en nueve estaciones donde se desarrollaron diferentes happenings. Acá en el sur el viaje unió Constitución y Mar del Plata, proeza suficiente para ver de qué se trata, para reivindicar y vivenciar la mezcla de este nuevo público omnívoro, la integración de los artistas a mundos que no le son propios. Y para hacer marketing. Ya dijimos que está todo mezclado. También sirve para volver al tren, claro. Por suerte muchos creemos cada vez menos en las fronteras, aunque estas existan. Quizá solo sea la sensación de un viaje y cuando bajemos todo acabe. Pero si los trenes rompen fronteras, ¿qué más hace falta para que vuelvan a funcionar de verdad? ¿Cómo hacer para que la ruptura no sea efímera? ¿Cómo para que las fronteras no resurjan al bajarnos del tren? ¿Qué puede hacer la cultura frente a las desigualdades sociales en la era global? Preguntas sin respuesta lanzadas desde un mundo de ficción.


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