viernes, 19 de marzo de 2010

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Trabajan Argentina y China en recuperación ferroviaria

BUENOS AIRES 19 Mar(Xinhua).-El gobierno de Argentina y la empresa china Nacional Machinery and Equipment Import and Export Corporation Hubei Co. trabajan en la recuperación del ferrocarril Belgrano Cargas, empresa ferroviaria argentina que opera 10.841 kilómetros en el país. El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, recibió en Buenos Aires al presidente de la empresa china, Yang Wansheng, para abordar el programa de recuperación de infraestructura del ferrocarril Belgrano Cargas, informó el día 18 la oficina de prensa del gobierno argentino. Se trata de la recuperación de la trocha métrica (ancho métrico) en más de 1.600 kilómetros en dos secciones. Una de esas secciones recorre desde la localidad de Timbres, provincia de Santa Fe, hasta el puerto de la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, y otra desde el puerto de Barranqueras, provincia de Chaco, 1.184 kilómetros al norte de la capital argentina, hasta la norteña provincia de Salta. La inversión asciende a 2.200 millones de dólares y permitirá al sistema ferroviario local unir las provincias de Salta, Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, para el traslado de hasta siete millones de toneladas de productos, principalmente agropecuarios, seis millones más que las que actualmente se transportan. El inicio de las obras está previsto para antes de diciembre de 2010, con un plazo de ejecución de cuatro años. En la reunión entre De Vido y Yang Wansheng participaron también el secretario argentino de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y representantes de la empresa china. Hace unos días Schiavi destacó el compromiso del gobierno de Argentina para la "renovación integral de las estructuras del ferrocarril Belgrano Cargas", que recorre el norte del país, al conectar las provincias del noroeste con los puertos situados en el litoral este de la nación sudamericana. El ferrocarril Belgrano Cargas une 13 provincias del centro y norte de Argentina y es clave para que la producción de los distritos del noroeste del país lleguen a puertos en el litoral este, frente al río Paraná, para su exportación.

Envían un nuevo impuesto por las obras en el subte

BUENOS AIRES 19 Mar(LaRazon).-Por una ley, los inmuebles ubicados a 400 metros o menos de una estación nueva deben pagar una "contribución obligatoria por mejoras" en la red de subterráneos. El monto varía según la cercanía y puede superar los $150. En medio de la polémica por un posible aumento en el impuesto de alumbrado, barrido y limpieza (ABL), el Gobierno porteño empezó a enviar un nuevo tributo a todos aquellos vecinos que viven a 400 metros o menos de una estación nueva de subte, en este caso la estación Puán de la línea A, en Caballito. La factura, que acompaña a la del ABL, viene identificada con la sigla "CDM" y es una "contribución de mejoras" que es obligatoria por una ley de 1987 que fue creada como un impuesto extra para solventar la extensión de las redes de subterráneos. En la Dirección General de Rentas porteña explicaron a este diario que "el CDM es una contribución por aquellas mejoras en la red de subtes que benefician a determinadas zonas y barrios. Rige por una ley nacional que la Ciudad reglamentó en 1997. Y abarca a todos los inmuebles dentro de la zona de influencia (400 metros) de cada tramo que se habilita". Según pudo comprobar La Razón, las facturas que empezaron a llegar este mes a los vecinos de la estación Puán, tienen distintos valores que fueron calculados en base a una tabla compleja, establecida por el decreto municipal 508/97. Según esa tabla, el monto a pagar deviene "del prorrateo del costo total del tramo que se habilite" y tiene en cuenta distintas variables, como por ejemplo el valor de la propiedad y su cercanía a la nueva estación. Para evitar excesos, el decreto establece que el impuesto "nunca podrá exceder el 15% de la valuación fiscal original del inmueble" y incluso permite que los montos elevados puedan abonarse hasta en cinco cuotas. El CDM para Caballito rebotó de distinta manera en los contribuyentes de ese barrio: un vecino que vive a media cuadra de la estación, por ejemplo, debió abonar $9,96, mientras que otra vecina de la misma cuadra se quejó porque recibió una factura por $150. En Rivadavia al 6100, a dos cuadras de la estación Puán, una familia deberá pagar cuatro cuotas anuales de $100. La primera ya venció. Según dijeron en Rentas, este impuesto empieza a regir desde el año inmediatamente posterior a la inauguración de la nueva estación. En el caso de Puán, la estación fue inaugurada en diciembre de 2008, junto con la estación Carabobo (desde el Gobierno porteño sostienen que los contribuyentes que viven cerca de esa estación recibieron en 2009 el CDM y que lo mismo ocurrió en la línea H). Por eso hay polémica con las fechas, porque la ley establece que las boletas deben ser enviadas en el mes de octubre, y en este caso empezaron a llegar ahora. En Rentas no pudieron explicarlo. Una Ley con demoras. La ley en cuestión es la 23.514, que fue sancionada en junio de 1987, seis meses antes de la inauguración parcial de la estación Ministro Carranza de la línea D. La Ciudad la reglamentó recién en mayo de 1997, bajo la gestión de Fernando de la Rúa y con la inauguración de la estación Olleros. Sin embargo, una demora en el sistema hizo que la norma recién se aplicara sobre los vecinos del subte D en 2003. Por ley, ese dinero recaudado fue destinado a un "fondo permanente para la ampliación de la red de subte", administrado por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires y "destinado a las inversiones que originen los proyectos, construcciones, instalaciones y gastos financieros", tal como ocurrirá ahora en Caballito. "La ampliación de las redes de subterráneo mejoran el acceso a la zona y beneficia a los comerciantes que están cerca de las estaciones. Las propiedades se revalorizan, y los vecinos tienen más facilidad para llegar. Todo eso está contemplado en la ley", concluyeron en Rentas.


Los chinos vienen marchando

BUENOS AIRES 19 Mar(ElArgentino).-Con la adquisición de la mitad de Bridas a un precio de 3.100 millones de dólares por parte de la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), la segunda potencia mundial finalmente llega a la Argentina en su arrollador proceso de expansión en pos de asegurarse materias primas que le permitan mantener su extraordinario crecimiento. Hace muchos años que los chinos emprendieron la misión estratégica de invertir en el extranjero para garantizarse fuentes de abastecimiento de insumos clave. El petróleo fue el objetivo prioritario, por su importancia fundamental en la producción y debido a que desde 1993 China pasó a ser un importador neto de crudo. Fue ahí cuando decidieron fortalecer, modernizar y financiar a las empresas del sector para salir a conquistar el mundo. A través de CNOOC, de China National Petroleum Company y de Sinopec, hoy disponen de yacimientos en varias partes del mundo. La compra del 50 por ciento de Bridas es un eslabón más de esa larga cadena. La novedad no está dada por el petróleo. La novedad es que el capital chino logra pisar fuerte por primera vez en la Argentina, un país que hasta ahora había quedado bastante al margen de una expansión que ya tiene fuerte presencia en América latina:

- En Brasil los chinos están asociados a Petrobras y la financian con miles de millones de dólares para la exploración y explotación marítima, también trabajan junto con el conglomerado siderúrgico Vale Do Rio Doce, y comparten proyectos con la fábrica de aviones Embraer, por citar algunos ejemplos.

- En Chile, además del Tratado de Libre Comercio (TLC) que firmaron con Michelle Bachelet hace unos años, los chinos realizan inversiones junto con la estatal Codelco en el sector cuprífero, y tienen avanzados planes para desarrollar en el norte estructura portuaria que sea funcional a los flujos comerciales por el Océano Pacífico.

- Con Perú también firmaron un TLC, y además participan en negocios de extracción de minerales, de pescado y de petróleo. La CNPC pagó hace un tiempo 200 millones de dólares por la filial peruana de la argentina Pluspetrol. Perú Copper se vendió a la estatal china Aluminium Corp en alrededor de 800 millones de dólares.

- En Ecuador la china Andes Petroleum adquirió activos canadienses por 1.400 millones de dólares y en julio del año pasado el gobierno de Rafael Correa recibió un préstamo de 1.000 millones de dólares a cambio de petróleo.

- En Bolivia los chinos tienen comprometidas inversiones por más de 1.000 millones de dólares en petróleo y gas en sociedad con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

- En la Venezuela de Hugo Chávez las inversiones rondan los 5.000 millones de dólares por año, sólo en el sector de hidrocarburos.

Con la Argentina era diferente. Si bien cinco años atrás, luego de una gira por China del entonces presidente Néstor Kirchner, se anunció que iban a llegar inversiones chinas por 20.000 millones de dólares destinadas a obras energéticas, vivienda, ferrocarriles (fue la primera vez que se habló de un tren de alta velocidad Buenos Aires-Córdoba), caminos, turismo, etc., nada de eso sucedió. La relación económica continuó dominada por el intercambio comercial, que sí registró un vertiginoso incremento. El comercio bilateral subió un 120 por ciento en el cuatrienio 2003-2007, y en 2008 siguió aumentando hasta rozar los 14.000 millones de dólares: para entonces China se había convertido en el segundo comprador de la Argentina con 6.600 millones de dólares (casi un 10 por ciento del total de exportaciones), y en uno de los tres principales proveedores. Claro que con una composición muy desbalanceada, ya que mientras el grueso de las ventas a China son materias primas y derivados oleaginosos, en las compras predominan bienes con mucho mayor valor agregado. Pero en cuanto a inversiones productivas o adquisiciones de capital, el único antecedente significativo fue el infructuoso intento de CNOOC por comprarle a Repsol el 85 por ciento que conserva en YPF. Recién a partir de este año se reactivó el interés. Durante la gira por China que en enero encabezó el canciller Jorge Taiana se firmaron acuerdos que incluyen compromisos de inversión en minería en el Norte, y muy fuertes desembolsos para aumentar considerablemente la capacidad de transporte del Belgrano Cargas. (Que en su expansión por la Argentina los chinos se interesen en los ferrocarriles parece un déjà-vu de la presencia imperial inglesa del siglo XIX.) Cristina se bajó a último momento de ese viaje largamente programado con la excusa de que no quería dejarle el mando presidencial a Julio Cobos en medio del conflicto que se había desatado por el uso de reservas para pagar deuda. Curiosamente, la crisis la había provocado Martín Redrado, quien había sido el gestor del único hecho concreto de relevancia en la relación bilateral del 2009: el swap entre pesos y yuanes por el equivalente a 10.000 millones de dólares, por el cual en medio de la crisis mundial el Banco Central argentino se aseguraba por un plazo de tres años el acceso contingente a ese monto de reservas en moneda china. Si hay algo que no les falta a los chinos es dinero, reservas y financiamiento. Además de los fondos propios de sus corporaciones, el gobierno no cesa de acumular reservas que ya superan los 2 billones de dólares, a lo que se agrega la conformación de un Fondo Soberano que cuenta con cerca de 300.000 millones de dólares. Con la compra de la mitad de Bridas, CNOOC toma control del 20 por ciento de Pan American Energy, una compañía donde British Petroleum posee el restante 60 por ciento. PAE es la segunda productora de petróleo y gas del país, cuenta con la mayor cantidad de reservas certificadas, y para su principal yacimiento (Golfo de San Jorge) consiguió que la concesión fuera extendida por el gobierno de Chubut a 40 años. ¿Es una buena o una mala noticia? Un elemento para tener en cuenta: en 2005 CNOOC ofreció 18.500 millones de dólares por la petrolera estadounidense Unocal, y la operación abortó por el rechazo de demócratas y de republicanos.


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